Capturan a alias «Boliqueso», uno de los líderes del Clan del Golfo
EFE
Una operación conjunta de autoridades de Colombia, México, Reino Unido y EEUU capturó a Eduard Fernando Giraldo, conocido con el alias de «Boliqueso», que era el socio de cabecera de Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», jefe de la banda criminal Clan del Golfo.
Según la Policía colombiana, Giraldo es un «cabecilla histórico del narcotráfico internacional hacia Centroamérica, Europa, Estados Unidos y Emiratos Árabes».
El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, detalló que Giraldo «había pertenecido a los carteles de Cali, Norte del Valle» y que es el «responsable del envío de varias toneladas de cocaína a los Estados Unidos».
Según Vargas, tras la detención de «Otoniel» en octubre del año pasado en el noroeste de Colombia, «esta es la captura más importante para la DEA, para las autoridades de Reino Unido y las de Colombia de un narcotraficante que es de las personas que ha sacado más cocaína en los últimos años en Colombia».
Giraldo fue ubicado en uno de los sectores más exclusivos de Coyoacán, en Ciudad de México, después de que fuerzas mexicanas y colombianas lo siguieran por varios meses en Acapulco y en otras ciudades.
Las autoridades migratorias mexicanas lo deportaron a Colombia y notificaron su captura a EEUU, que lo solicita en extradición, según informó este miércoles la Policía colombiana en un comunicado.
Llevaba, según la información de la Policía, 15 años «sirviendo a otros capos de la mafia en el mundo», como «Otoniel», líder del Clan del Golfo, la mayor estructura criminal y narcotraficante de Colombia, y fue el sucesor de los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, conocidos como «Los Comba».
También articuló el grupo criminal colombiano «Los Rastrojos», dedicados al narcotráfico y al sicariato, a quien se le atribuye, cuando «Boliqueso» era el jefe de sicarios, el 70 % de los homicidios de la ciudad colombiana de Cali.
Giraldo ya fue capturado en Brasil en abril de 2016, cuando le fue a visitar su mujer, aunque un juez decidió dejarle en libertad en noviembre de 2018, a pesar de que una Corte de Nueva York le solicita por tráfico de cocaína y de que Estados Unidos ofrecía hasta cinco millones de dólares como recompensa por su captura.