Antigua refinería de Caripito se convirtió en una bomba tóxica
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Es mediodía y el sol calienta la piel, pica. Si fijas la mirada al piso, observas salir el vapor de la tierra, de entre la maleza frondosa que esconde a un centenar de hombres, mujeres y niños que intentan subsistir de un oficio que se ha vuelto común en Venezuela: la venta de chatarra.
En este caso, no es cualquier chatarra. Son los despojos ferrosos de la antigua refinería de Caripito, en el municipio Bolívar del estado Monagas, al oriente de Venezuela, explica un reportaje de El Pitazo.
Caripito está ubicada a 45 minutos de Maturín, capital del estado. Es una población que enfrenta el desempleo y constantes fallas en los servicios públicos. Hoy vive de la agricultura, aunque en un tiempo disfrutó de la bonanza petrolera.
Las instalaciones que hoy desmantela un grupo de habitantes de Caripito de manera improvisada se inauguraron en 1931 y estuvieron operativas durante 45 años con una capacidad instalada de 35.000 barriles diarios de petróleo pesado, refiere Francisco Ramos, extrabajador petrolero en las áreas de la refinería y el muelle de Caripito.
La refinería cerró su producción en 1976 debido al colapso de la producción de los campos Quiriquire, Jusepín y Temblador, agrega. Desde ese año y hasta el 2002, las viejas instalaciones de la refinería se usaban como apoyo técnico para las operaciones del muelle y otras áreas de proceso cercanas a Caripito. Petróleos de Venezuela ordenó el cierre porque las operaciones se realizaban a medias. “La capacidad operativa y rentable del muelle había colapsado. Era imposible exportar crudo por el río San Juan, que tiene salida hacia el Atlántico”, explica.
Lo que pasa actualmente en esos espacios inoperativos hace 20 años también es una operación clandestina, que se ejecuta desde mediados de 2021 sin ningún tipo de supervisión y protección, denuncian habitantes de Caripito consultados por El Pitazo. También ocurre algo más. Emilio Herrera, experto petrolero, advierte que se trata de una práctica potencialmente peligrosa, porque las tuberías esconden una bomba tóxica.
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