Vladimir Villegas: «Nuevo texto constitucional se cocina entre cuatro paredes» - 800Noticias
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El periodista venezolano, Vladimir Villegas, publicó este lunes en sus redes sociales un artículo de opinión mediante el cual deja entrever que en la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente se estaría «cocinando» una nueva Constitución sin el aval de todos sus miembros. Un organismo ilegítimo de origen por las irregularidades en su proceso electoral, ahora también dejaría en entredicho algo tan delicado como la normativa legal que regiría la vida de todos los venezolanos.

En el artículo, Villegas se basa en una entrevista que este domingo diera el constituyente Luis Britto García al periodista José Vicente Rangel, en la cual el escritor manifiesta su inconformidad con lo que viene haciendo la ANC.

«Es triste, lamentable, indignante, bochornoso, terrible y da pena ajena que los propios integrantes de la llamada ANC acepten ese trato de rebaño que le dan quienes cocinan entre cuatro paredes lo que se quiere presentar como nuevo texto constitucional», escribió Villegas.

«Es bueno recordar que el actual mandatario Nicolás Maduro presidió la Comisión de Participación Ciudadana de la ANC de 1999. Y, al contrario de lo que ocurre ahora, desde esa comisión, en la cual yo también participé, se hizo todo el esfuerzo de difusión y discusión del texto que los constituyentes estábamos debatiendo. Hubo consultas a todos los sectores. Se televisaron todos esos debates y además hubo numerosos videos conferencias con representantes de todos los sectores del país. Eso lo viví. No me lo contaron. Ahora solo queda el recuerdo de lo que fue el sueño constituyente» agrega el periodista en el artículo que a continuación transcribimos en su totalidad.

Luis Britto García y el secretismo constituyente

El intelectual oficialista Luis Britto García fue el invitado al programa de José Vicente Rangel y reiteró su inconformidad con el secretismo que rodea la “discusión” de la nueva constitución (prefiero llamarla así con minúscula) que se estaría cocinando a fuego lento en alguna caldera del poder, a la cual no tiene acceso el común de los integrantes de la llamada Asamblea Nacional Constituyente.

El propio Luis Britto se ha quejado de que ni siquiera algunos constituyentes que él considera de sumo peso están enterados del contenido de los cambios que se le quieren hacer a la indefensa Carta Magna ( ahora sí con mayúsculas) de 1999, hoy en peligro de ser tocada en sus partes nobles para extraer de ella lo que hoy estorba a quienes gobiernan en sentido contrario a lo que fue aprobado por la voluntad popular el 15 de diciembre de ese año, fecha en la cual arreció el terrible aguacero que derivó en la tragedia de Vargas.

Ese secretismo que hoy denuncia Britto García y que Rangel evitó negar o confirmar hace temer otro deslave, el deslave que arrase con derechos y conquistas ciudadanas contenidas en nuestro texto constitucional, un proyecto de país que tiene vigencia pero que no se ha puesto en práctica, aunque quienes gobiernan digan actuar en su nombre.

Es triste, lamentable, indignante, bochornoso, terrible y da pena ajena que los propios integrantes de la llamada ANC acepten ese trato de rebaño que le dan quienes cocinan entre cuatro paredes lo que se quiere presentar como nuevo “texto constitucional”. En 1999 hubo gran transparencia en la discusión de las propuestas que finalmente derivaron en el Proyecto de Constitución que finalmente fue sometido a consideración del soberano. Seguramente hubo “cogollos” en los cuales se tiró línea sobre determinados temas. Es más, no lo dudo.

Pero muy lejos del penoso espectáculo que dan tanto los que guardan el secreto de lo que se prepara en las alturas del poder como los que deberían exigir derecho a ver y a opinar sobre ese secreto bien guardado.

Y en cuanto al soberano, qué se puede esperar. Si a los propios integrantes de la ANC les establecieron ese cordón de seguridad para que no entren en la caldera donde están cocinando ese texto, ¿cómo queda el pueblo? Pues al margen, pese a todas las invocaciones que hacen de la inexistente democracia participativa y protagónica. Al soberano no lo dejan participar en ese tema tan delicado. Solo le participan lo que cogollo adentro deciden.

Es bueno recordar que el actual mandatario Nicolás Maduro presidió la Comisión de Participación Ciudadana de la ANC de 1999. Y, al contrario de lo que ocurre ahora, desde esa comisión, en la cual yo también participé, se hizo todo el esfuerzo de difusión y discusión del texto que los constituyentes estábamos debatiendo. Hubo consultas a todos los sectores. Se televisaron todos esos debates y además hubo numerosos videos conferencias con representantes de todos los sectores del país. Eso lo viví. No me lo contaron.

Ahora solo queda el recuerdo de lo que fue el sueño constituyente. Todo lo que se hizo para promover el protagonismo ciudadano estorba, cuesta mucho o se demora demasiado. Hoy nada le da más alergia al poder que la sola mención de la palabra consulta. Eso del llamado “Poder Popular” tiene más de cuento chino, leyenda rusa o fantasía turca que de realidad. Y hoy hasta los propios integrantes de la ANC electa en condiciones no apegadas al mandato constitucional sufren en carne propia lo que la absoluta mayoría de la sociedad viene padeciendo desde hace tiempo.

¿Cuál será el menú que nos tienen preparado a los venezolanos los “sacrificados” constituyentes que se dedican a hacer el trabajo de sus casi quinientos colegas? Cuídense de los restaurantes en los cuales nadie puede pasar a la cocina. Y cuídense de los cocineros de textos constitucionales que lo hacen a puerta cerrada. Puede tratarse de un plato muy indigesto.

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