Un Obama nostálgico recuerda sus inicios en su último mitin en solitario - 800Noticias
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EFE

El presidente de EEUU, Barack Obama, aportó este lunes un toque nostálgico a su último mitin en solitario a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton, al contar una anécdota sobre el inicio de su propia campaña presidencial en 2007, cuando pocos apostaban por él.

“Éste es mi último gran acto de campaña. Tengo uno más tarde en Filadelfia, pero Michelle (Obama) va a estar allí, así que nadie me va a hacer caso”, bromeó el mandatario en un mitin en Durham, en el estado clave de Nuevo Hampshire.

Obama tenía previsto participar tres horas después en el acto oficial de cierre de campaña de la candidata demócrata, junto a su esposa Michelle, el expresidente Bill Clinton y más invitados.

Pero el de Nuevo Hampshire fue el último acto de campaña en solitario de su Presidencia, algo que, según reconoció unas horas antes en otro acto en Michigan, le tenía «un poco sentimental» por los recuerdos de sus propias dos campañas presidenciales.

Quizá por eso se salió del guión habitual para sus mítines a favor de Clinton y volvió la vista atrás a sus propios inicios, cuando era un joven senador poco conocido a nivel nacional y pocos apostaban por él frente a la maquinaria electoral de la actual candidata demócrata, a la que acabó derrotando en las primarias.

“Cuando competí por la Presidencia por primera vez, no había mucha gente que me diera una oportunidad”, afirmó Obama.

Era difícil conseguir apoyos de figuras públicas cuando pocos en el partido le tomaban en serio, y Obama tenía como objetivo ganar las primarias de Carolina del Sur, el primero de los estados en votar que tenía una población negra notable.

Pero para eso necesitaba algún respaldo en el estado, y durante una cena en 2007 se lo pidió a una congresista estatal, Anne Parks, quien le respondió: “Le apoyaré si visita mi pueblo, Greenwood”.

El entonces desesperado aspirante dijo que sí, y un mes después voló al estado sureño sin acordarse de la promesa hasta que uno de sus asesores se la recordó, y después de empaparse en la lluvia tuvo que viajar en automóvil “durante una hora y media” hasta llegar a la desangelada localidad de Greenwood, según relató.

En el acto organizado por la congresista le esperaban “unas 20 personas” que también se habían mojado por la lluvia, y Obama tenía pocas expectativas del encuentro hasta que, desde el fondo de la habitación, escuchó una voz que gritaba: “¡Estamos entusiasmados! ¡Estamos preparados!” (“Fired up, ready to go!”).

“No sabía qué estaba pasando. Pensé: esta gente está loca”, bromeó Obama, que después se dio cuenta de que el grito, repetido como un eco por todos los asistentes al mitin, procedía de una mujer negra sentada al fondo de la habitación.

“Iba sentada como si fuera a la iglesia, tenía un gran sombrero puesto”, explicó Obama sobre la mujer, que resultó ser la líder de una asociación local de negros llamada Edith Childs.

Muchos en Greenwood la conocían, y estaban acostumbrados a repetir el cántico que ella soltó aquella mañana para animar a los asistentes, y que acabaría convirtiéndose en un eslogan de las dos campañas presidenciales de Obama.

“Después de un rato, me di cuenta de que estaba entusiasmado, estaba preparado para lo que fuera”, recordó el mandatario, que aseguró que ese lema le motivó “el resto del día y de la campaña”.

“Y eso les demuestra que una sola voz puede cambiar una habitación, y si puede cambiar una habitación, puede cambiar una ciudad, un estado, un país, el mundo”, agregó.

Con esa historia, Obama retomó el mensaje de optimismo y esperanza que marcó su campaña presidencial en 2008 -y que ha quedado aparcado en las actuales elecciones, marcadas por duros ataques personales- con el objetivo de arañar unos votos más para la que hace ocho años fue su gran rival.

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