¿Quien quiere invertir en mí?

«Sal Lahoud (izq.) y Oren Bass, cofundadores de Pave»

Hace un par de años, un amigo le pidió a Sal Lahoud dinero prestado para dedicarse a su pasión.

Lahoud quería ayudarlo. ‘Pero no me quería encontrar en la incómoda posición de tener que reclamarle pagos si las cosas no le salían bien’, le dijo a BBC Mundo.

Sabía de lo que hablaba: pasó unos años en el mundo de las finanzas, que abandonó en 2010.

Así que se le ocurrió un esquema a través del cual su amigo compartiría con él una parte de sus ingresos futuros como forma de devolución de la inversión.

Pero si no había ingresos, Lahoud no cobraría. Ese era el riesgo.

‘Sentía que respaldar así a la persona tendría un incentivo financiero, un impacto social y una conexión a nivel humano con la persona a la que estaba apoyando (…), lo que hacía que todo se sintiera mucho más interesante que otro tipo de financiación a la que podría acceder un individuo’.

El inversor pensó en transformarlo en un esquema más grande, y junto a su ya socio Oren Bass, también con pasado en el mundo de la banca y las finanzas, desarrollaron Pave, que vio la luz en diciembre de 2012.

Pave es una plataforma web de fianciación colectiva en la que inversores (o backers, como se les dice en la jerga en inglés) destinan sumas a, por lo general, graduados recientes o jóvenes profesionales.

Por amor al arte

Pave no es el primer emprendimiento de este tipo. Meses antes David Girouard, exempleado de Google presentó Upstart, una propuesta semejante a la de Lahoud y Bass.

Para él, la coyuntura de Estados Unidos (por ahora ambas plataformas operan solo en ese país, aunque tienen idea de expandirse) demandaba un servicio de estas características.

‘La deuda que contraen los estudiantes y las obligaciones financieras, junto con la falta de acceso a capital, hace que los jóvenes dejen de lado la carrera que prefieren para dedicarse a trabajos aburridos que les permiten solventar sus gastos’, le dijo a BBC Mundo.

‘Esto no es bueno para ellos ni es bueno para la economía’.

Sam Wilson, quien ha financiado a una persona en Pave, le dijo a BBC Mundo que para ella uno de los puntos más positivos del modelo reside en que ‘si la gente hace lo que ama para vivir es más probable que sea exitosa’.

Y Andy Palmer, quien ha invertido en más de 20 personas en Upstart, está convencido que este tipo de servicios provee una buena forma de diversificar sus inversiones.

‘Si no se lo invirtiera en ellos, el dinero iría a instrumentos financieros relativamente convencionales’, le dijo a BBC Mundo.

Herederos de Kickstarter

Upstart y Pave pueden considerarse herederos del exitoso Kickstarter, el sitio de financiación colectiva en el que los fondos se destinan a proyectos puntuales y los inversores reciben a cambio de su dinero un producto, una mención especial o algún tipo de participación en el proyecto.

Esa es la gran diferencia con Pave y Upstart. En el caso de estos últimos, el dinero va en forma directa a individuos que se compromenten a pagar una porción de sus ingresos antes de impuestos durante los siguientes 10 años (hasta 7% anual en el caso de Upstart; 8% en el de Pave). Una vez pasado el período, se acabó el contrato. Y cuando los ingresos de los deudores son demasiado bajos, no pagan.

El modelo se llama de ‘contrato de capital humano’.

Quienes buscan obtener un crédito crean perfiles que parecen un híbrido entre los de LinkedIn (la red social para establecer y nutrir relaciones profesionales) y Kickstarter.

Se parece a LinkedIn en que los postulantes pueden incluir detalles de su carrera profesional, estudios, habilidades, una foto, etc. Y comparte con Kickstarter el hecho de que abre la oferta de financiación por cierto tiempo y si no se recauda el total del dinero en ese plazo, se cierra completamente la inversión, sin que nadie ponga nada.

Girouard, de Upstart, considera que la experiencia en la metodología de selección de personal que adquirió en Google le sirvió para ayudar a su sitio a valorar las cualidades de quienes solicitan allí dinero.

Upstart califica activamente a los candidatos. ‘Y al identificar y medir el potencial de alguien, le permites capitalizarlo’, dijo.

También se asegura de que los inversores estén legalmente habilitados para prestar dinero.

Pave prefiere que la comunidad se autoregule, aunque verifica datos para garantizar que ambas partes estén actuando de buena fe y que los inversores puedan prestar.

Emparejados

Trina Spear y Andy Palmer (Upstart)

Trina Spear

«Trina Spear»

Es grande la sonrisa de Trina Spear, casi tan grande como la enorme confianza que tiene en sí misma. Tanto su sonrisa como su confianza pueden verse en el perfil que creó en Upstart.

La sonrisa está en la foto, la confianza en frases como esta: ‘Mi carrera en el tenis estaba definida por derrotar a jugadores que eran mejores que yo técnicamente pero no tenían ni la pasión ni la perseverancia que yo mostraba en la cancha. Esta experiencia ha sentado las bases para el resto de mi vida’.

Esa carta de presentación le dio resultado.

Asegura que ha sido la persona que más rápido alcanzó su meta de financiación en Upstart. Publicó su perfil a principios de enero de 2013 y en menos de un mes consiguió que 13 backerssumaran los US$20.000 que había pedido.

Cinco de ellos se convirtieron en sus mentores. ‘Lo hice más por eso que para conseguir el dinero’, le dijo a BBC Mundo.

Andy Palmer es uno de los 13 que invirtieron en Spear.

‘Trina es muy inteligente, ambiciosa y tiene grandes ideas’, le dijo Palmer a BBC Mundo.

Ella, por su parte, dice sentir una ‘gran resposabilidad’ respecto al compromiso adquirido con sus inversores.

Ahora quiere recaudar en forma convencional US$1.000.000 para un emprendimiento en el área de indumentaria para el sector salud.

Sam Wilson y Terrance Ross (Pave)

‘Mi ambición en la vida es crear cosas, cultivar sueños y difundir ideas… A mí lo que me moviliza no es la fama, sino el impacto que alcancen mis historias’.

Terrance Ross

«Terrance Ross»

Así se presenta Terrance Ross, periodista, en su perfil de Pave, en el que pide ‘fondos para abrir las puertas que me ayuden a cumplir los sueños que de otro modo estarían fuera de mi alcance’.

Su pedido atrajo la atencion de Sam Wilson, quién decidió apostar por Ross.

‘Compartimos el amor por el lenguaje y un deseo por usarlo en forma artística para generar un impacto positivo en el mundo’, le dijo a BBC Mundo.

Wilson es gerente de WolFF Olins, una firma dedicada a la innovación, que asesoró a los fundadores de Pave.

Ross es la única persona a la que Wilson ha financiado hasta ahora, porque ‘es claramente alguien que trabaja duro y parece ser un gran muchacho’.

Él, por su parte, agradece el hecho de que la contribución de sus backershaya ido más allá de lo puramente monetario.

‘Me guiaron y me acercaron a sus contactos’, le dijo a BBC Mundo el periodista, quien también asegura que en el futuro él también estaría dispuesto a apoyar financieramente a otros.

Un pequeño círculo

Pave y Upstart todavía tienen algo de pequeño círculo de amigos.

Los inversores con los que hablé tenían ya vínculos con los fundadores de los servicios, aunque no son los únicos que han puesto dinero).

En conjunto, Upstart y Pave han conseguido financiar a unas 50 personas hasta ahora.

Lograr una escala mayor a la actual es el gran desafío que tienen estos sitios hoy.

Girouard, de Upstart, reconoce que necesitan ‘atraer suficiente capital a la plataforma para satisfacer la enorme demanda que tenemos’.

Y a Sal Lahoud de Pave le importa que ‘los prospects(como llaman en su empresa a los solicitantes de crédito) que vienen al sitio en busca de financiación tengan una experiencia positiva’.

Bass, su socio, admite que ‘Pave puede no ser para cualquiera’.

Marina Peluffo vive en Londres y es una activa inversora en Kickstarter. Ella es un ejemplo de alguien para quien el modelo de contrato de capital humano no termina de cerrar.

Le explicó a BBC Mundo: ‘Lo distintivo de los proyectos que apoyé (en Kickstarter) es que son transacciones claras: si eres un backer de un proyecto, al final de x cantidad de meses recibes a cambio el producto que es de tu interés’.

Y como los contratos de capital humano son ‘una inversión más a largo plazo’, eso los vuelve menos atractivos para Peluffo, quien valora del modelo de Kickstarter ‘el atractivo de poder tener un producto innovador al que todavía no se puede acceder’.

Regulación y pago

Hay otro elemento que puede resultar problemático: la regulación.

Para Girouard ‘siempre hay un riesgo regulatorio con cualquier concepto que no encaja perfectamente en las regulaciones existentes’.

Ya hubo casos de emprendimientos en línea vinculados con las finanzas que chocaron contra el marco legal vigente.

Prosper.com, que había lanzado sus servicios de préstamos persona a persona en 2006 se encontró en problemas con la SEC (Securities and Exchange Commission, nombre en inglés del ente regulador de las finanzas en Estados Unidos). Sólo luego de que modificó la forma en que operaba pudo volver a ofrecer sus servicios.

Y el sitio británico de financiación Zopa tuvo un problema similar con el Banco Central de Italia en 2009 y debió dejar de otorgar nuevos préstamos allí.

Sin embargo, en EE.UU., ‘están muy avanzadas las nuevas regulaciones bajo la denominada ‘Jobs Act’ tendientes a facilitar el acceso a inversiones tanto de empresas tipo start-up, como de individuos, no ‘sofisticados’ que pretenden invertir capital en estos nuevos emprendimientos y que, con la actual regulación, no pueden hacerlo’, le dijo a BBC Mundo Sebastián Siseles, director para América Latina de Freelancer.com, quien también fue cofundador y asesor legal de Weemba.com (plataforma que une a quienes buscan financiación con entidades de crédito).

Oren Bass, de Pave, espera que ‘la regulación se desarrolle en torno a nuestros productos a medida que madura el mercado’.

‘Aunque Pave no buscó ni obtuvo la aprobación de ninguna agencia regulatoria, luego de conversar con ellos tenemos confianza de que quieren productos como este’, agregó.

Por su parte, Girouard le aseguró a BBC Mundo que ‘la respuesta (de los reguladores) hasta ahora ha sido positiva’.

En cualquier caso, ambos servicios ya han conseguido distribuir préstamos y en algunos casos, comenzaron a fluir los pagos por parte de los deudores.

Pero. ¿qué pasa si se cortan los pagos?

En Pave explican que si un prospectno paga, ellos primero se acercarán a ver qué sucede. Si los pagos cesaron sin justificación, Pave hará lo mismo que cualquier agencia de cobro de deudas e intentará recuperar el dinero.

No es algo a lo que haya tenido que recurrir Andy Palmer, el inversor de Upstart: ‘Ya me han empezado a pagar y todavía no ha pasado un año desde que empecé a invertir’.

Él parece tenerlo todo calculado: ‘Si obtengo retornos que sean algo mejores que los de los bonos, que son bajos hoy, estaré más que contento, porque no sólo habré recuperado mi dinero sino que también habré ayudado a una joven persona a perseguir su pasión y tomar riesgos’.

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