Mil manifestantes contra proyecto de fábrica de productos químicos en China
Mil manifestantes contra proyecto de fábrica de productos
químicos en China
DALIAN, China, 16 Mayo 2013 (AFP) – Cerca de mil personas salieron nuevamente a la calle este jueves en el suroeste de China contra un proyecto de fábrica de productos químicos que consideran potencialmente contaminante, según medios de comunicación chinos.
Los manifestantes se congregaron en la ciudad de Kunming contra este proyecto de fábrica en la que se elaboraría paraxileno (PX), un líquido inflamable utilizado en la elaboración de películas y tejidos de poliéster.
Algunos de ellos llevaban máscaras y anteojos de sol, así como banderolas que rezaban «las madres de Kunming buscan salud para sus bebés» o «Fuera PX», según fotos del portal qq.com.
Una manifestación similar, en la que habían participado unas 200 personas, ya había tenido lugar en Kunming a principios de este mes.
«El gobierno suspenderá el proyecto si la mayoría de los ciudadanos dicen que no», declaró el alcalde de Kunming, Li Wenrong, según la agencia oficial China Nueva.
Numerosas manifestaciones contra el paraxileno han tenido lugar en los últimos años en China, un país donde se registran anualmente decenas de miles de protestas de distinto tipo e importancia, según estadísticas oficiales.
No obstante, las autoridades no siempre respetan los compromisos que asumen ante los manifestantes.
Así, en enero pasado, más de un año después de que las autoridades chinas cerraran una fábrica de productos químicos en Dalian (nordeste de China) por las protestas de miles de vecinos, las nubes de humo seguían saliendo de sus chimeneas y la fábrica continuaba en actividad.
A mediados de agosto de 2011, unos 12.000 habitantes protestaron en esta gran ciudad industrial y portuaria del país por la actividad de esta fábrica de paraxileno.
Varios días antes de esta protesta, los habitantes de las casas cercanas a la fábrica fueron evacuados. Las olas provocadas por una tormenta rompieron un dique que protegía el lugar y amenazaban la instalación, creando el riesgo de una contaminación química.
Los habitantes de la zona obtuvieron la promesa de un cambio de ubicación de la fábrica. Según información aparecida en la prensa, la fábrica reanudó sus operaciones después de que se ajustara a las normas.
