El cultivo de opio alcanza un nuevo récord en Afganistán - 800Noticias
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KABUL, (AFP) – El cultivo de opio en Afganistán alcanzó un récord en 2013, en un posible intento de los productores por poner a salvo sus haberes antes de la retirada de los soldados de la OTAN, según un informe de la ONU publicado el miércoles.

El cultivo de opio pasó de 154.000 hectáreas en 2012 a 209.000 hectáreas en 2013 (+36%), superando el anterior récord de 2007 (193.000 hectáreas), afirma la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) en un informe anual.

Como consecuencia de ello, la producción de opio, de donde se extrae la heroína, alcanzó 5.500 toneladas en 2013 (+49 % con relación a 2012), añade el documento, redactado por la ONU y el gobierno afgano.

El informe también hace hincapié en que los niveles de producción habrían sido aun «más elevados» si no hubiera habido «condiciones meteorológicas desfavorables, en particular en las regiones del sur y del oeste», donde se concentra el cultivo.

Estas cifras constituyen una «mala noticia», reconoció Din Mohamad Mubarez Rashidi, el ministro encargado de la lucha contra el tráfico de droga, en una conferencia de prensa en Kabul.

«Pero vamos a seguir luchando, y los programas que hemos lanzado permitirán erradicar o al menos reducir considerablemente la superficie cultivada», aseguró.

Según la UNODC, es posible que los cultivadores aumentasen la producción de opio «para preservar sus haberes ante la perspectiva de un futuro incierto como consecuencia de la retirada de las tropas internacionales el próximo año».

El aumento de la superficie de cultivo y de la producción «constituye una amenaza para la salud pública, la estabilidad y el desarrollo de Afganistán», comentó el director de la agencia de la ONU, Yury Fedotov, en un comunicado.

El tráfico internacional de droga desde Afganistán, principal productor de opio, beneficia directamente a los insurgentes talibanes, que se embolsan entre 100 y 400 millones de dólares anuales, según cifras de la ONU y del gobierno afgano.

El opio alimenta la guerra

Este maná financiero contribuye a alimentar la insurrección que llevan a cabo los rebeldes contra las fuerzas gubernamentales afganas y de la OTAN desde que fueron expulsados del poder en 2001 por una coalición militar dirigida por Estados Unidos.

El cultivo de opio está directamente relacionado con la inseguridad. Prueba de ello es que casi el 90% de los campos de opio están concentrados en nueve provincias situadas en los bastiones de los talibanes, afirma el informe de la ONU.

«Los talibanes y Al Qaida incitan a los campesinos a desarrollar y proteger sus cultivos», subrayó Rashidi.

A pesar de los doce años de guerra y a medios militares colosales, la Fuerza Internacional de la OTAN en Afganistán (ISAF) no ha logrado sofocar la rebelión islamista, y la retirada de los 75.300 soldados de la coalición hace temer una nueva guerra civil.

Esta economía paralela, que correspondería al 4% del PIB afgano, mantiene las redes criminales y la corrupción, incluso entre los responsables del gobierno afgano, y obstaculiza el desarrollo del país, destacó recientemente la Inspección general especial para la reconstrucción de Afganistán (Sigar), un organismo gubernamental estadounidense.

«Como si de un virus se tratara, el problema de la droga en el Estado (afgano) infecta y acaba poco a poco con las defensas inmunitarias de las instituciones», afirmó el representante de UNODC en Afganistán, Jean-Luc Lemahieu.

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