Festival de Cine de Toronto: el amor es un crimen perfecto donde hay puñetazos - 800Noticias
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TORONTO (AFP) – En el festival de cine de Toronto, «el amor es un crimen perfecto», según lo definen los hermanos Larrieu, que firman una cinta de humor negro, o bien contiene puñetazos, según Joel Hopskins, en una propuesta encarnada por Pierce Brosnan y Emma Thompson.

También el realizador Danis Villenueve presentó este sábado su última película, un nuevo tipo de thriller, «Prisioners», protagonizado por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal.

«El amor es un crimen perfecto» (L’amour est un crime parfait), de los hermanos Arnaud y Jean-Marie Larrieu, es un filme «indecente» pero un «maravilloso thriller de humor negro que produce escalofríos», según fue presentado por el presidente del festival, Piers Handling.

Inspirado en un libro de Philippe Djian, «Incidences», la película plantea la historia de un profesor de literatura de la Universidad de Lausana en Suiza, Marc, que tiene reputación de seducir a muchas de sus alumnas. Un día, una de ellas desaparece tras pasar la noche en su casa, en su chalet de la montaña. Algunos días más tarde, una mujer que dice ser su abuela le solicita información.

El ambiente invernal del exterior genera tantos escalofríos al espectador como lo que ocurre en el interior de la casa, entre juegos ingenuos o las extrañas relaciones entre Marc y su hermana o los estudiantes.

A la vez irónica y desesperada, la película -en cuyo reparto se encuentran Mathieu Amalric, Karin Viard, Maiwenn y Sara Forestier- trata de las heridas de la infancia y de la incapacidad de amar.

Plan estrafalario

Por su parte «Love Punch» (que podría traducirse por «puñetazos o golpes de amor») es una comedia 100% británica, encarnada por actores que conocen mucho de este género: Pierce Brosnan (ex James Bond) y Emma Thompson.

En su último día en su empresa, Richard Jones, director divorciado, descubre la corrupción que reina en la compañía, que ha sido comprada por un hombre de negocios sin escrúpulos, Vincent Kruger. La firma está en quiebra y las jubilaciones de los empleados, incluida la suya, han desaparecido.

Con la ayuda de su exmujer y de una pareja de amigos (los irresistibles Timothy Spall y Celia Imrie), se embarcan en un estrafalario plan: robar un diamante de más de 10 millones de dólares que Kruger acaba de comprar para su futura esposa (Louise Bourgoin), con el fin de distribuir el dinero entre los desgraciados despedidos.

Desde Inglaterra a París y la Costa Azul, los nuevos herederos de Robin Hood van a ejecutar su plan no sin multiplicar las escenas de risa. Y no importa mucho si a veces hay sobreactuacción o si las situaciones inverosímiles se multiplican. La idea es divertir al espectador, que termina por dejarse llevar. Y, por supuesto, al final, el amor triunfa.

Un nuevo tipo de thriller

Por su lado el realizador quebequés Denis Villeneuve desveló un nuevo tipo de thriller, «Prisioners», un cuento de moral de complejidad superpuesta que explora el peor miedo de un padre: el secuestro de su hijo.

Protagonizado por Hugh Jackman («Los Miserables», «X Men»), Jake Gyllenhaal («Brokeback Mountain»), Melissa Leo («The Fighter»), Paul Dano («Little Miss Sunshine,» «There Will Be Blood»), Maria Bello («A History of Violence») y Terrence Howard («Crash»), la cinta se pregunta hasta donde llegaría uno en el supuesto de que le ocurriera este horror.

Y sigue a un Jackman en pánico como padre en una búsqueda desesperada de su hijo y dos hijas de un vecino que desaparecen el día de Acción de Gracias en un suburbio de Boston.

La película explora «todo el espectro de reacciones humanas, de la violencia a la tortura», explicó Villeneuve en una rueda de prensa.

«Toca todos nuestros miedos elementales», afirmó por su parte Jackman, añadiendo que es un filme «incómodo» de ver que «subvierte el género» del thriller.

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