Los fuertes lazos comerciales entre Venezuela y EE UU - 800Noticias
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Para dos países que cada vez más se tratan como rivales políticos, Venezuela y Estados Unidos todavía hacen bastantes negocios juntos.

 

Quince años de rencillas diplomáticas durante la era chavista no han podido superar el hecho básico que ha caracterizado la relación comercial entre esas dos naciones por más de medio siglo: cada una de ellas presenta un atractivo económico para la otra.

 

Y si bien el intercambio comercial está en un gradual declive, sigue siendo sustancial, pese a las más recientes declaraciones de enfrentamiento político entre Washington y Caracas.

 

El martes Estados Unidos declaró que Venezuela era una «amenaza para la seguridad nacional» e impuso sanciones a varios funcionarios de ese gobierno acusándolos de violaciones a los derechos humanos y corrupción.

 

El gobierno de Venezuela respondió llamando a consultas a su encargado de negocios en Washington y descalificando las acciones del gobierno estadounidense.

 

Días antes Caracas había anunciado la imposición de requisitos de visa a ciudadanos estadounidenses.

 

Un intercambio importante

 

Pese al deterioro en las relaciones políticas, Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial venezolano.

 

Ni siquiera la creciente participación de China en la economía venezolana ha reemplazado al poder de compra de Estados Unidos.

 

Venezuela, por su parte, es tercer socio comercial de Estados Unidos en América Latina -después de México y Brasil-, según información de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.

 

No obstante, el intercambio comercial ha venido disminuyendo en los últimos años.

 

Según la información contenida en el sitio web del Buró del Censo de EE UU, en 2014 Venezuela exportó $ 30,2 millardos en bienes a Estados Unidos, e importó de la misma nación $ 11,3 millardos.

 

En 2013 Venezuela le había vendido ligeramente más, $ 31,9 millardos.

 

Y en 2012 la cifra alcanzaba los $ 38,7 millardos.

 

De modo que el comercio entre esas dos naciones viene cayendo, pero sigue siendo mayor, por ejemplo, que el de Estados Unidos con Colombia, considerado una de las naciones políticamente más cercanas a Estados Unidos en el hemisferio.

 

Washington le compró en 2014 a Bogotá $ 18 millardos en bienes, mucho menos que los $ 30,2 millones que le compró a Caracas.

 

Petróleo en el centro

 

Las cuentas de la relación comercial entre Venezuela y Estados Unidos, por supuesto, giran primordialmente en torno al petróleo, el producto que representa más de 90% de las exportaciones venezolanas.

 

La caída del precio internacional del crudo ha hecho que el valor de la relación comercial entre Estados Unidos y Venezuela disminuya.

 

Pero también ha caído el monto total de barriles de petróleo venezolano exportado a EE UU.

 

Pese a esfuerzos por diversificar su destino, buena parte sigue dirigiéndose al mercado estadounidense.

 

 

 

En 2014, según el gobierno estadounidense, Venezuela exportaba unos 740.000 barriles a Venezuela.

 

El monto de las exportaciones petroleras entre los dos países ha caído en cerca de 50% frente a lo que era hace cerca de una década.

 

Pero Venezuela sigue siendo el cuarto proveedor mundial de petróleo para Estados Unidos.

 

El que más compra

 

De modo que es un intercambio comercial provechoso para ambas partes.

 

Y pese al discurso político de lado y lado, es previsible que continúe.

 

¿Quién necesita más del otro? Eso es materia de discusión.

 

Venezuela, por supuesto, desde la época del fallecido presidente Hugo Chávez, anunció que uno de sus objetivos era diversificar el destino de sus exportaciones petroleras.

 

En la actualidad las exportaciones a China llegan a 536.000 barriles diarios, y a India se dirigen 363.000 barriles, según indicó el ministro de petróleo Asdrúbal Chávez.

 

Las ventas a esos países son todavía menores que lo que compra Estados Unidos.

 

Pero diversas voces tienen interpretaciones distintas de lo que significan esas cifras en términos de dependencia de uno hacia el otro.

 

«De muchas maneras, se entiende que no es que Venezuela dependa tanto de los mercados estadounidenses de petróleo, es Estados Unidos el que depende de ese petróleo. Estados Unidos sabe que si Venezuela cerrara el grifo, eso causaría una disrupción sustancial a su aprovisionamiento interno», le dice a BBC Mundo George Ciccariello-Maher, profesor de la Universidad de Drexel en Estados Unidos.

 

Harold Trinkunas, director de la Iniciativa Para América Latina en el Instituto Brookings, un centro de investigación estadounidense, tiene una visión opuesta.

 

«Hay una sobreoferta de petróleo en el mercado internacional. Por eso es que han bajado los precios. Anteriormente las refinerías en partes de Estados Unidos estaban optimizadas para recibir petróleo venezolano, más pesado y sulfúrico. Pero ahora el petróleo que viene por riel de Canadá es del tipo que puede suplir al petróleo venezolano. Que bajen las exportaciones venezolanas ya no es un problema estratégico como lo era hace 10 o 15 años», le dice el experto a BBC Mundo.

 

El triunfo de la «racionalidad»

 

Sin embargo, Trinkunas no cree que el gobierno estadounidense emprenda muchos esfuerzos para reducir las compras de petróleo venezolano.

 

«Estados Unidos en los últimos años está mucho mas comprometido con sanciones a personas e individuos y no hacia naciones o estados», dice el académico.

 

Advierte que unas hipotéticas sanciones comerciales a Venezuela le crearían a Washington problemas similares a los que han tenido con Cuba, «una política que ha fallado».

 

Tampoco ve mucho interés de Venezuela en reducir más el negocio con Estados Unidos.

 

«El mercado estadounidense es el más rentable para Venezuela, porque los costos de transporte son bajos. Son dueños de la refinería estadounidense Citgo, con lo que pueden capturar algunas de las rentas de la refinación y no solo de la exportación del crudo. Además Estados Unidos paga precios de mercado, mientras que otros socios como Petrocaribe o Cuba no están pagando precios de mercado», asegura Trinkunas.

 

George Ciccariello-Maher coincide en que «Venezuela no hará nada por fuera de la racionalidad económica» para reducir el monto del crudo que se dirige a Estados Unidos.

 

«Venezuela, especialmente en este momento de precios bajos, no va a sacrificar estabilidad económica simplemente para hacer un gesto político», le dice a BBC Mundo.

 

Fuente: BBC Mundo 

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