Carlos Bacca le quitó media Liga al conjunto merengue - 800Noticias
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Todos los goles valen, pero a la hora de mirar las estadísticas, hay unos que cotizan más que otros.

Carlos Bacca lleva 26 tantos en la temporada y media que lleva en el Sevilla, pero hay dos que valen su peso en oro: los que le marcó al Madrid de Ancelotti el 28 de marzo de 2014, que complicaron el camino de los blancos hacia el título de Liga. Fueron dos goles que dimensionaron su capacidad como delantero, porque las anotaciones a los equipos grandes quedan grabadas a fuego en la memoria de los aficionados. Hoy vuelve a enfrentarse al Madrid. Gilberto, su padre, verá el partido en su casa de Puerto Colombia, una población caribeña de 27.000 habitantes, vecina de Barranquilla.

AS viaja en el tiempo con él. Está viva la definición con pierna derecha tras la tímida salida de Diego López que empató el partido. Y después, la culminación de la gran jugada de Rakitic, que resolvió con otro derechazo entre las piernas del portero. “Estos goles fueron especiales. Son los que más recuerdo”, dice.

A pocas horas de medirse al líder, este hombre de 58 años anticipa otro gol de su hijo. “Sé que va a marcar. Como le dejen espacio, seguro que anota, porque el Madrid deja jugar”. Porque eso tiene Carlos: sabe definir. Y lo confirma Julio Comesaña, técnico que lo hizo debutar con Junior de Barranquilla en 2009. “En el mano a mano es un depredador”, afirma. Tras tres años como profesional, se fue a Bélgica con 52 goles y dos títulos colombianos.

Uno de sus mejores amigos, Martín Arzuaga, también delantero goleador y frecuente confidente desde el chat, dice que se hacen bromas antes de los partidos: “Es un delantero con cabeza fría. Uno lo ve marcado, sin ángulo, cree que no tirará, y de repente saca un tiro y la mete”. Además, en Colombia se vive este duelo con expectación: enfrente estará James Rodríguez, el jugador más querido del país y compañero en la Selección de Colombia.

Si marca, como anticipa su padre, recibirá el mismo premio al que se acostumbró de niño: “Un beso y un abrazo de los que le gustan”, dice Gilberto. Es un trato.

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