Los amigos del maquinista defienden a un «excelente profesional» - 800Noticias
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MONFORTE DE LEMOS, (AFP) – La prensa le describe como un temerario que presumía de conducir trenes a toda velocidad, pero en su pequeña ciudad natal de Monforte de Lemos, amigos y vecinos de José Garzón, el maquinista del tren que descarriló en Santiago de Compostela, defienden a un «excelente profesional».

El conductor no ha aparecido en público desde que el miércoles por la noche salió tambaleándose de la máquina, con la cara ensangrentada tras el trágico accidente en una curva muy pronunciada a pocos kilómetros de la estación de la capital de Galicia.

Desde su arresto, primero en el hospital y luego en la comisaría, donde llegó este sábado detenido por «homicidio por imprudencia», el conductor es el foco de atención de un país en duelo que intenta comprender las causas del accidente ferroviario más grave de los últimos 70 años.

«Es el único accidente que ha tenido, es un excelente profesional», explica Antonio Rodríguez, que entró junto a Garzón a trabajar en Renfe, la compañía ferroviaria española, en 1982.

Los dos empezaron como peones, llenando los depósitos de gasolina de los trenes de esta pequeña ciudad gallega, en un valle tranquilo a una hora y media de Santiago.

Rodríguez es ahora el responsable de transportes en Galicia del sindicato UGT, el más importante de España, y uno de los pocos en defender todavía públicamente al conductor.

«No tiene ninguna sanción desde el año 1982», cuando empezó a trabajar para Renfe, dijo Rodríguez a la AFP por teléfono, con voz cansada tras varios días intentado sin éxito hablar con su amigo.

Los medios españoles han sacado a la luz un mensaje de Garzón en las redes sociales en el que se jactaba de ir a 200 kilómetros con una foto del velocímetro del tren («estoy en el límite, no puedo correr más sino me multan», decía uno de sus comentarios) .

Y según informaciones de El País, habría reconocido que iba a 190 kilómetros en un tramo donde la velocidad máxima es de 80. «Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia», habría dicho minutos después del accidente.

Por el momento José Garzón no ha querido declarar ante la policía y podría ser puesto a disposición judicial el domingo para responder a las preguntas del juez.

«Tratan de cebarse con una persona»

En las últimas horas, tanto el gobierno como los responsables de la red ferroviaria española han apuntado al conductor como principal responsable del accidente, aunque todavía no ha concluido la investigación.

El presidente de Adif, la entidad que gestiona las vías, Gonzalo Ferre, fue el más directo y recordó en una entrevista a la prensa que la misión de un conductor es «controlar la velocidad porque si no, sería un pasajero».

Pero sus amigos y vecinos se niegan a creer esta versión.

En la sala de espera de la estación de Monforte, Jesús Asper de 54 años, comenta con su amigo Luis, de 80, las teorías sobre las causas del accidente.

«No sé si fue un fallo mecánico o un fallo humano pero aquí la gente se calla, porque es un tema muy delicado. Pero te dirán que es muy responsable, muy competente», asegura este vecino, expresando la opinión de muchos de sus conciudadanos.

«La gran mayoría de la gente quiere espectáculo. Cuando pasa algo así, tratan de cebarse con una persona» lamenta, y espera, como el resto de los españoles, que la investigación aclare por fin quienes fueron los responsables del trágico accidente.

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