Ricardo Hausmann: «La magnitud de la destrucción nacional es inconcebible» - 800Noticias
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Entrevista para El País de España

Ricardo Hausmann, es uno de los principales economistas de América Latina. Dirige el Centro para el Desarrollo Internacional, es profesor de Economía del Desarrollo de la Universidad de Harvard y fue ministro de Planificación de Carlos Andrés Pérez en la década de los noventa. Hausmann delinea con cifras la catástrofe de la economía venezolana a su paso por Madrid, a donde ha sido invitado esta semana a dar una conferencia sobre tecnología y desarrollo económico en la Real Academia de Ingeniería. “Hay muy pocos países que han tenido un colapso de la magnitud del de Venezuela, pero los que han tenido caídas semejantes no recuperaron el nivel inicial en los primeros 10 años posteriores al comienzo de la recuperación”, afirma.

Pregunta. ¿Cuál es el nivel de vida en este momento en Venezuela?

Respuesta. El PIB per cápita a finales de este año va a ser la mitad de lo que era cuando Nicolás Maduro tomó posesión [2013]. La inflación acumulada de los últimos 12 meses está por encima del 4.000%. Pero esas cifras no comunican la magnitud del desastre. El salario mínimo no llega a seis dólares al mes. Y entonces la gente dice “bueno, pero es que los dólares en Venezuela rinden mucho”. Creo que es mejor decir que el salario mínimo compra dos huevos al día, que es equivalente a 60 gramos de carne al día. Y con dos huevos al día no se alimenta una persona. Esto suponiendo que uno no gasta en vestido, calzado, transporte, vivienda y, obviamente, que uno no tiene familia. La magnitud del colapso de los niveles de vida se refleja en el poder de compra de los salarios. Hoy en día el salario mínimo en Venezuela es el que gana el trabajador mediano, porque con la hiperinflación a todo el mundo le han estado subiendo los sueldos hasta por lo menos el mínimo, 1,3 millones de bolívares al mes, menos de seis dólares. El kilo de carne está en 650.000 bolívares, osea que alcanza para dos kilos al mes. Y si divides 2.000 gramos por 30 días te da 67 gramos.

P. ¿Cuántos años tardará Venezuela para volver a producir los 3,7 millones de barriles diarios de finales de la década de los noventa?

R. Es difícil hacerlo en menos de 15 o 20 años. En la historia venezolana nunca ha habido un aumento de producción sostenido de más de 125.000 barriles diarios por año. De modo que esa sería una meta ambiciosa. A razón de 125.000 barriles te toma 10 años llegar a 1,25 millones de barriles. Si ahora estamos en 1,6 millones, con eso llegamos a los 2,8. Y para llegar a los 3,7 millones te faltan siete u ocho años más.

P. ¿Y cuánto tardaría la estabilización de la economía?

R. Si Venezuela se estabiliza, se muere. Si logras que dejen de caer la producción, las importaciones y el desabastecimiento, nos morimos. Porque con este nivel de abastecimiento y de producción no están las calorías, las proteínas, las medicinas para que vivan 30 millones de personas. Si Venezuela no experimenta una recuperación rápida, el desastre humanitario va a ser mucho mayor de lo que ya es.

P. ¿En cuánto tiempo podría encarrilarse esa recuperación?

R. Detener la caída y comenzar la recuperación se puede hacer relativamente rápido después de una transición política firme en la cual haya un nuevo Gobierno que goce del apoyo de la comunidad financiera internacional. Pero no hay que hacerse ilusiones. La magnitud de la destrucción nacional es realmente inconcebible. No solamente ha caído la producción de petróleo, es que expropiaron cuatro millones de hectáreas y ha habido un colapso de la producción agrícola, expropiaron más de mil empresas manufactureras… La generación eléctrica está en el piso, de modo que habrá que recuperar el parque eléctrico y esas cosas son complicadas y toman tiempo. El sistema bancario venezolano, que en 2012 contaba con depósitos del orden de 60.000 millones de dólares, hoy cuenta con depósitos de alrededor de 1.000 millones. El capital de los bancos, de todo el sistema bancario, apenas llega a 100 millones de dólares. Va a ser un proceso de reconstrucción a partir de unos niveles muy bajos. Y va a tener que ser también un proceso de retorno porque los aproximadamente tres o cuatro millones de venezolanos que se han ido se han llevado centenares de millones de años de experiencia. La estabilización va a requerir que la gente sienta que se puede regresar. El cambio de tendencia puede ser relativamente rápido, pero una recuperación sustancial va a tomar tiempo.

P. ¿Cuál es la probabilidad de que la nueva criptomoneda del Gobierno le dé un poco de aire?

R. Ninguna. Esa criptomoneda en el fondo es como una emisión de deuda pública no autorizada por la Asamblea Nacional [Parlamento]. El derecho de transformar el petro [la divisa] en petróleo no va a ser reconocido en ningún momento, además de que el Gobierno no tiene capacidad de producir petróleo para respaldarla. Obligar a la gente a pagar con petros, cosa que el régimen está diciendo, lo que va a hacer es que las empresas venezolanas, si les pagan con esta criptomoneda, ¿quién se las va a recibir a ellas? Esto es más un cierto mecanismo de lavado de dinero, más una distracción que una solución.

P. ¿Qué tipo de sanciones considera más efectivas contra el Gobierno?

R. Las principales sanciones son las individuales. Al vicepresidente de la República [Tareck El Aissami] le congelaron más de 900 millones de dólares en activos en Estados Unidos. Las sanciones financieras a Petróleos de Venezuela [PDVSA, la mayor empresa estatal] son menos impactantes de lo que se cree, esa compañía perdió hace mucho el acceso al sistema financiero porque sencillamente es una empresa quebrada. Antes de las sanciones se había endeudado al 52% en dólares. Se había endeudado al 22% con garantía en la empresa Citgo [su filial en Estados Unidos] para posponer unos pagos por dos años. Esa empresa estaba asfixiada por su propia incompetencia. No creo que el impacto marginal de alguna restricción financiera sea importante con respecto a la destrucción autoinflingida.

P. ¿Cómo califica la candidatura del opositor Henri Falcón para las presidenciales del 20 de mayo?

R. Henri Falcón es un candidato escogido por Maduro. En el fondo fue el presidente el que dijo “Leopoldo López no, Henrique Capriles no, saquen a Voluntad Popular de la lista de partidos, saquen a Primero Justicia, a Acción Democrática, yo escojo a Henri Falcón”, en unas condiciones que no son aceptables por ningún opositor ni por la comunidad internacional. Esto no son unas elecciones, son una farsa.

P. En México y Colombia hay dos candidatos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, que han sido señalados por sus contradictores como continuadores del chavismo. ¿Hasta qué punto coincide con este diagnóstico?

R. En ambos casos el vínculo es relativamente claro. Entiendo que hace 10 años ninguno de los dos estaba en una actitud de negar su admiración y su vínculo con Hugo Chávez. En este momento la relación con Maduro no ayuda electoralmente a nadie ─empezando por Podemos, en España─, pero eso no quiere decir que el vínculo no exista.

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