¿Qué te pide tu piel después de los días de sol? - 800Noticias
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Salud

Agencias

Luego de disfrutar unos días de descanso y vacaciones en la playa, es necesario que tengamos en cuenta  los problemas a los que se enfrenta la piel con el nuevo curso. Nuestra colaboradora Meritxell Martí, propietaria de la Farmacia Meritxell, nos da las claves para afrontar la reentré con buena cara.

Y es que durante el verano, muchas veces en sitios distintos de los que estamos habitualmente, a veces descuidamos algo la piel y nuestras rutinas de cuidados diarios, quizás por falta de tiempo, porque no tenemos los medios o por simple relajación. Es por ello que cuando llegamos al final del verano es el mejor momento para empezar a plantearnos los cuidados de la puesta a punto. Lo ideal es aprovechar los beneficios que nos ha aportado a la piel estos días de descanso y de tener un mayor contacto con el aire libre, además de procurar aprovechar también el bronceado, pues la ropa queda genial cuando tienes algo de color en la piel.

El tratamiento más adecuado será el de exfoliar la piel para mejorar la fineza del poro y el brillo, además de reparar el daño que ha podido ocasionar el sol en la piel, como las manchas, y estimular la producción de colágeno para evitar la formación de arrugas. Es muy diferente como debemos tratar la piel dependiendo de su naturaleza, ya que no será lo mismo una piel grasa con tendencia acneica a una piel seca o madura.

Si no se ha protegido la piel del sol, el daño ocasionado en las fibras de colágeno y elastina va a ser el mismo, aunque las pieles más claras son las que más han sufrido este daño. Las pieles grasas con tendencia acneica van a necesitar un especial cuidado, pues durante los meses de verano, la exposición al sol ha actuado como antiséptico y ha secado algo la piel, por lo que el acné en muchos casos mejora. Al  volver a la rutina, son habituales los brotes de acné, como si se tratara de un efecto rebote; es por ello hay que tener especial atención en continuar una estricta rutina de higiene para mantener a raya estos posibles brotes acneicos, y las exfoliaciones también van a ser parte fundamental para empezar la rutina del otoño.

Las pieles más secas durante el verano son las que han sufrido más, ya que el viento y el sol son las que provocan una mayor sequedad y así aumenta el aspecto de piel envejecida, el comienzo de todo tratamiento es eliminar toda esa capa de células muertas que envejecen más e hidratar con más intensidad la piel: es el momento de exfoliar y nutrir en profundidad.

Exfoliación, el paso clave
Limpiar la piel y exfoliarla es el primer paso para mejorar la piel, sobre todo cuando hace muchos días que no se ha hecho ningún tratamiento. Con ello lograremos eliminar células muertas, impurezas, rugosidades de la piel para dejarla limpia y preparada para todos los tratamientos.

Cuando exfoliamos la piel, a la vez la limpiamos en profundidad. Eliminamos las células muertas mejorando la oxigenación, lo que mejora la formación de nuevas células, la formación de colágeno y la captación de agua externa con lo que se consigue una mayor hidratación de la piel, que a su vez se vuelve mucho más receptiva a todos los tratamientos.

Para pieles grasas, aconsejo un scrub que, gracias a las micropartículas que contienen estos cosméticos, ayudaran a arrastrar las células muertas e impurezas. El resultado es inmediato, al pasar la crema o el gel más o menos fuerte la piel queda más fina. La fuerza de exfoliación depende de la intensidad en el momento de aplicarlo. Este tipo de piel también puede usar un exfoliante ácido, aunque suelo aconsejar usar primero este tipo.

Estos exfoliantes se suelen usar también en el cuerpo, ya que son algo más potentes, mientras que la piel del cuerpo suele ser más resistente. Después del verano y el sol, se nota un exceso de células muertas, pielecitas… (quizás, de un exceso de sol) y lo ideal es eliminarlas. La piel aparecerá limpia y preparada para los tratamientos.

Las pieles normales y mixtas pueden usar exfoliantes también mecánicos tipo scrub y exfoliantes con AHA. Igualmente estas exfoliaciones mecánicas se pueden hacer usando un cepillo de limpieza.

En las pieles más sensibles o secas, aconsejo que se use peelings con AHA  durante poco tiempo para evitar irritarlas o los exfoliantes enzimáticos. Las células muertas se separaran por disgregación de las mismas, los pioneros de estos exfoliantes son los japoneses, y no se trata de “rascar” sino de humedecer la piel, dejar el activo encima de la piel y al cabo de un rato eliminar la misma, al aclarar se arrastran las células muertas con los enzimas. Normalmente suelen ser enzimas que provienen de fermentados de papaya, piña o higo.

Mascarillas, hidratación y reparación en profundidad

Las mascarillas van a nutrir y a reparar, es el tratamiento en profundidad que necesitamos después de las exfoliaciones. Se pueden hacer tanto corporales, faciales, para el pelo, manos y pies
Las mascarillas que nos van a beneficiar son las que contienen componentes regenerantes, como puede ser mascarillas con aceites nutritivos, con factor de crecimiento epidérmico, la baba de caracol, argireline o las que van a aportar nutrientes y minerales como el silicio, oro, perla o con colágeno y/ o hialurónico, caviar… estas mascarillas van a afinar la piel y aportar la nutrición necesaria.

Cuando la piel está estresada o muy irritada, aconsejo una mascarilla con caléndula, y la baba de caracol también puede ser muy útil y regenerante. También hay mascarillas que contienen argireline, y este componente va a ayudar a atenuar las arruguitas de expresión que se marcan más debido a la exposición solar y al aumento de sequedad.

Mantener el bronceado

El cuerpo también se puede cuidar como la piel de la cara, haciendo exfoliaciones corporales para eliminar las células muertas. Se debería insistir en codos, rodillas, pies… Donde está más seca generalmente.
Podemos usar un guante de crin o una esponja exfoliante, aunque una de mis maneras preferidas son las exfoliaciones con sal marina, añadiendo aceites esenciales. Aconsejo hacerlo en la bañera, añadiendo poco agua en la misma, de modo que se pueda ir humedeciendo el cuerpo y aplicando el aceite esencial con la sal marina. A la vez que va a exfoliar, el aceite esencial va a hidratar la piel.

Para mantener el bronceado es preferible usar bálsamos hidratantes muy cremosos (cuanto más seca esté la piel, más rápidamente se perderá el moreno). Muchos de estos productos contienen una pequeña cantidad de autobronceante, lo que ayudará a mantenerse algo bronceada durante más tiempo. Un truco es mezclar la crema para después el baño con una parte de crema autobronceadora, así el tono será mucho más suave. Es un buen momento para aplicar aceites de hidratación en el cuerpo y procurar ser constantes.

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