OPEP resiste la acometida del petróleo de esquisto - 800Noticias
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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) perdió hace tiempo su hegemonía, pero mantiene una influencia fundamental sobre los precios frente al formidable desafío del petróleo de esquisto norteamericano.

El 5 de junio, los 12 países de la OPEP decidieron seguir produciendo en abundancia para no ceder más terreno ante esta industria puntera y reactiva, que en el último año supo reducir rápidamente su umbral de rentabilidad hasta el nivel actual de las cotizaciones, en torno a los $us 60 el barril.

La OPEP extrae hoy aproximadamente el 30% del crudo mundial, cuando hace 35 años era el 50%. Y la gran pregunta del momento es si el cártel sigue siendo el productor clave capaz de dirigir el mercado del crudo con sus decisiones. Según analistas, la OPEP, por su carácter político, conserva una influencia determinante frente a una industria estadounidense muy fragmentada. “El mercado norteamericano no actúa como un bloque único, y está extremadamente fracturado. Hay algunas empresas grandes, pero también hay muchas pequeñas, en especial en el sector del petróleo de esquisto”, explica Jason Schenker, presidente de la consultora estadounidense Prestige Economics.

“En teoría, Estados Unidos (EEUU) podría convertirse en el productor decisivo. Pero en la práctica le va a ser muy difícil, porque cada compañía hará lo mejor para ella”, bombeando al máximo, “y no lo mejor para la industria norteamericana del petróleo en su conjunto”, dice Fawad Razaqzada, analista de FOREX.com.PLAN. “El cártel está perdiendo cierta influencia respecto al mercado petrolero estadounidense, y en menor medida respecto a Rusia, pero sigue siendo una fuerza dominante, eso sí, no tan poderosa como antes”, añade.

“La OPEP tiene todavía una influencia muy significativa sobre los precios actuales”, dice Myrto Sokou, de la londinense Sucden Financial.

En el último lustro, la industria en EEUU aprovechó el panorama de precios altos reinante hasta mitad de 2014 para desarrollar la producción de este petróleo no convencional, extraído de las rocas por fracturación hidráulica, mediante la inyección de una mezcla de agua, arena y químicos.

Actualmente, EEUU produce unos 5 millones de barriles diarios (MMBbld) de este tipo de petróleo, sobre un total superior a los 9 MMBbld, lo que lo hace menos dependiente de las importaciones del resto del mundo. No obstante, con su estrategia, la OPEP ha logrado en los últimos meses frenar la progresión de la producción norteamericana.

El secretario general de la OPEP Abdallah El Badri reconoció esta semana que “el petróleo de esquisto es un fenómeno que va a seguir con nosotros”, y por eso los países miembros han decidido afrontar con pragmatismo el desafío norteamericano.

El viernes, mantuvieron así su techo oficial de producción en 30 MMBbld, confiando en que la demanda será fuerte, gracias a los bajos precios en este momento.

El nivel actual de precios está por debajo de lo que necesitan los miembros del cártel para equilibrar sus presupuestos nacionales. Y si bien las monarquías del Golfo pueden permitírselo gracias a una balanza de cuenta corriente que sigue siendo robusta, otros están sufriendo más.

“Los seis próximos meses serán extremadamente dolorosos para algunos miembros como Venezuela, Irak, Libia y Nigeria, que afrontan problemas inmediatos de flujo de capitales, aunque el resultado final, previsiblemente, serán unos precios más altos”, comentan en una nota los analistas de Energy Aspects.

Parte de la culpa la tiene el propio cártel, pues según dijo el representante de Bagdad, Adel Abdel Mahdi, se tardó “dos años en evaluar el alcance del petróleo de esquisto”.

“Preferimos mantenernos en el nivel de confort de precios, por encima de los $us 100 el barril, lo cual favoreció el desarrollo de estos campos de petróleo no convencionales”, agregó su par venezolano, Asdrúbal Chávez.

A corto plazo, advierte Christopher Dembik, de Saxobank, “hay pocas opciones de que el barril alcance el umbral de $us 40 necesario para terminar con la sobreabundancia de la oferta”, con lo que es de esperar para este año “un barril a entre $us  50 y 70”.

La del petróleo de esquisto es una “revolución formidable en Estados Unidos”, sostiene el consejero delegado de Chevron John Watson, por lo que este tipo de crudo “será en cierta medida un mecanismo de equilibrio en los próximos años”.

El impacto de la caída del precio

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Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, vende 3 MMBbld de petróleo, en su mayor parte a EEUU y China, que proporcionan el 90% de las divisas que recibe el país y la mitad de los ingresos del presupuesto fiscal 2015, calculado sobre un precio del barril de $us 60. Sus ingresos por la caída del precio de su crudo ya se redujeron al menos en 30%.

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