Noroeste de Colombia sacudido por paro armado de banda criminal Clan Úsuga - 800Noticias
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AFP

Un paro armado declarado por el Clan Úsuga, principal banda criminal de Colombia, sacudía este viernes el noroeste del país y dejaba seis muertos y decenas de municipios paralizados por las amenazas, informaron las autoridades.

Pese a las reivindicaciones políticas del grupo narcotraficante, que «atemorizó a la población» de varios departamentos con propaganda, amenazas, incendios y bloqueos de carreteras, el presidente Juan Manuel Santos rechazó otorgarle carácter político.

«Son una organización criminal dedicada al narcotráfico y así serán tratados», dijo el mandatario en Montería, capital del departamento de Córdoba, uno de los más afectados por el paro armado, junto con Antioquia y Chocó.

«Nuestras fuerzas no bajarán la guardia contra el crimen organizado y especialmente contra esta mafia peligrosa del Clan Úsuga», afirmó por su parte el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en rueda de prensa.

Desde las 12:00 am del jueves, cuando empezó la movilización, el gobierno reportó la muerte de dos policías, un soldado profesional y un civil, que se suman a las de un militar y un policía la víspera.

Villegas señaló también que en una ruta hacia Montería un bus recibió una ráfaga de fusil que dejó cuatro civiles heridos, entre ellos un menor, todos fuera de peligro.

«El grupo profirió amenazas indiscriminadas en contra de la población civil para que suspendiera todo tipo de actividades entre el 31 de marzo y el primero de abril», afirmó el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), que reportó «suspensión de actividades» en 36 municipios de ocho departamentos.

El CERAC detectó también «una campaña anónima en redes sociales y una oleada de panfletos y grafitis en múltiples localidades».

En Quibdó, capital de Chocó, una falsa alarma de artefacto explosivo al paso de la exsenadora Piedad Córdoba generó «gran confusión» al ministro Villegas, que prometió investigar el ataque, pero no lo vinculó de momento con el paro armado.

El Clan Úsuga, autodenominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y responsable según las autoridades de enviar toneladas de droga a Centroamérica, Estados Unidos y Europa, surgió tras la desmovilización masiva de paramilitares promovida por el gobierno de Álvaro Uribe entre 2003 y 2006, en un proceso que les ofrecía, a cambio, beneficios jurídicos, pero que en algunos casos derivó en la creación de bandas criminales.

El Centro Democrático, partido de Uribe, que convocó para este sábado una protesta ciudadana en varias ciudades del país, pospuso al domingo la marcha en Montería por la falta de garantías de seguridad.

«Reacción a Agamenón»

Las fuerzas armadas detuvieron el viernes a 56 miembros del Clan Úsuga. «Les digo que se sometan a la justicia porque la fuerza pública les va a combatir hasta el último miembro de su organización», agregó Santos.

Tras evaluar con altos mandos militares y policiales las acciones del Clan Úsuga, el ministro dijo que la mayoría de los actos violentos de este paro armado han sido contra la población civil (63%), seguidos de ataques a la fuerza pública (27%) y a la infraestructura (10%).

La víspera, la estatal Defensoría del Pueblo, que vela por el respeto a los derechos humanos en el país, ya constató que en varios municipios de Antioquia, Chocó, Córdoba y Norte de Santander estaba paralizado el servicio de transporte por carretera y fluvial, y se registraba cierre de colegios y comercios.

«Claramente se establece, de los análisis de la policía y fuerzas militares, que esta es una reacción a la inmensa presión que esa organización tiene hoy por parte de nuestra fuerza publica», enfatizó Villegas, en alusión a la Operación Agamenón, que el gobierno desarrolla desde el año pasado contra el Clan Úsuga.

Según cifras oficiales, 574 miembros de esa banda fueron capturados y casi 42 toneladas de cocaína por valor de 125 millones de dólares fueron incautadas en el marco de esa operación, que tiene entre sus objetivos al líder de la organización, Darío Antonio Úsuga, alias Otoniel, el narcotraficante más buscado de Colombia.

«La operación Agamenón se mantiene con toda su fuerza y toda la capacidad del Estado», enfatizó Villegas, tras reportar 56 capturas de presuntos miembros del Clan Úsuga en las últimas 24 horas.

Las bandas criminales, o «bacrim» como se las conoce, son según analistas y observadores internacionales el principal desafío de seguridad para Colombia en un escenario de paz con las guerrillas, con las que el gobierno negocia para poner fin a medio siglo de guerra interna.

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