+VIDEO| Madre a los 62 años, dos décadas después de la menopausia - 800Noticias
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En un mes aproximadamente, Lina Álvarez dará luz a una niña que se llamará igual que ella y que, según los controles médicos, se está desarrollando dentro de los parámetros normales. En el octavo mes de gestación ya pesa dos kilos. Nada extraordinario si no fuera porque la protagonista de esta historia tiene 62 años y pasó la menopausia hace ya 20 años.

«Me encuentro muy feliz y físicamente mucho mejor que cuando no estaba embarazada», confiesa esta mujer, una médica lucense que encara con «ilusión» su próximo parto, que tendrá lugar a mediados de octubre. El alumbramiento se producirá mediante una cesárea programada, precisamente para «evitar riesgos» asociados a la edad.

Lina disfruta de los últimos días de su embarazo con la ilusión de quien va a ser madre por tercera vez y, además, con la circunstancia de que, en su caso, la maternidad vuelve a llamar a su puerta ya sexagenaria, y después de un tratamiento de fecundación in vitro.

«Lo intenté, porque siempre hay que intentarlo, y salió todo perfecto», dice Lina Álvarez, que considera que esta tercera maternidad es «una recompensa» a todo lo que ha pasado en la vida, con el sueldo embargado por litigios judiciales y un niño, su primer hijo, que ahora tiene 27 años y sufre una parálisis cerebral.

A pesar de no tener pareja, «porque es muy difícil conseguirla en estas condiciones», también mediante un proceso de fecundación tuvo a su segundo hijo, Samuel, que ahora tiene 10 años. Entonces se le ocurrió hacer una fecundación, tuvo «suerte» y se quedó embarazada, por lo que 10 años después decidió «repetir la experiencia» para darles a sus hijos otro hermano.

«Quería repetir la experiencia pero, por la edad, los ginecólogos no lo consideraban conveniente», explica Lina, por lo que se puso a buscar por internet y encontró un especialista en Madrid que, antes de asumir el tratamiento, le propuso hacer una serie de pruebas médicas para comprobar si el embarazo podía ser viable. Las pruebas dieron todas positivas, por lo que le propuso «implantar un embrión y a ver si había suerte. Al final, tuve la mejor suerte».

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