Israel aprueba polémica ley que permite expulsar a diputados de la Cámara - 800Noticias
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EFE

El Parlamento israelí (Kneset) ha aprobado una polémica ley que permite a los diputados expulsar a legisladores por cuestiones como «incitación» y cuyos críticos consideran dirigida contra los miembros árabes de la Cámara.

La nueva norma, que fue adoptada anoche por 62 votos a favor frente a 45 en contra, permite suspender a diputados durante toda la legislatura con la aprobación de una mayoría de 90 de los 120 miembros del Parlamento cuando estos incidan en «incitación, racismo o apoyo de la lucha armada contra Israel».

Requiere que 70 legisladores inicien el procedimiento de expulsión, de los cuales diez deben pertenecer a la oposición.

Yousef Yabarin, diputado árabe de la Lista Unida, ha calificado la decisión de «tiranía de la mayoría» y denunciado su «potencial impacto destructivo en la libertad de expresión» y «peligro para la representación política de la comunidad árabe», que supone el 20 por ciento de la población israelí.

La ley «permitirá que diputados electos sean expulsados de sus tareas no porque hayan violado ninguna ley, sino porque su agenda política se considera inaceptable», denunció.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, se congratuló por su aprobación y señaló que «pone fin al absurdo: los que apoyen el terrorismo contra el Estado de Israel y sus ciudadanos no pueden estar en la Kneset. Como toda democracia en el mundo, la democracia israelí también tiene el derecho y el deber de defenderse».

El Instituto de Democracia de Israel ha criticado que la ley «convierte al Parlamento, un organismo político, en investigador, juez y jurado» con un mecanismo «nacido del deseo de expulsar a diputados árabes» que «daña la división de poderes, la libertad de expresión y la relación del Estado de Israel con su minoría árabe» además de la imagen del país como sociedad libre y democrática.

El legislador árabe Ayman Odeh señaló que «Netanyahu no quiere que los árabes voten y sean una fuerza política legítima. Netanyahu quiere la política solo para judíos. Por eso incita descaradamente contra el público árabe y con sus representas electos».

Su partido ha anunciado que recurrirá la ley ante el Supremo.

La ONG de derechos humanos israelí Adalah señaló, en un comunicado, que la ley «supone un grave peligro para los derechos democráticos básicos», es «el último intento de pisotear los derechos políticos de los ciudadanos palestinos de Israel» y que está dirigida a expulsar a «miembros árabes de la Kneset que se atrevan a ir más allá de las fronteras que les dicte la mayoría israelí judía».

Isaac Herzog, líder de la oposición, también criticó la ley y dijo que es «una mancha oscura en el rostro de Israel».

Los críticos con la norma subrayan que es la soberanía popular quien elige a los miembros de la Cámara y, por tanto, estos no pueden ser expulsados más que por la propia soberanía popular, no por decisión de sus colegas.

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