Fue el 15 de enero de 1986 cuando la feligresía venezolana presenció el especial nombramiento para el “Doctor de los Pobres”; fue entonces cuando Juan Pablo II elevó a José Gregorio Hernández de la categoría Siervo de Dios a Venerable.
“Saludo a la peregrinación de Venezuela, en honor del venerable José Gregorio Hernández (…) Que vuestra visita a la tumba de San Pedro os ayude a incrementar vuestra fe y vuestro amor a la Iglesia”, expresó el Papa el día 15 de enero de 1986.
El nombre del Venerable volvió a repetirse en boca de Juan Pablo II tres años después, el 21 de septiembre 1989, durante la visita del episcopado venezolano a la Santa Sede. Más tarde el 10 de febrero de 1996, en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el Papa nuevamente resaltó el nombre del venerable José Gregorio Hernández.
José Gregorio Hernández fue un médico, científico, profesor y filántropo de profunda vocación religiosa. Nació el 26 de octubre de 1864, en Isnotú, estado Trujillo, en el municipio Rafael Rangel.
El 29 de junio de 1919 murió trágicamente al golpearse la cabeza con el borde de la acera luego de ser atropellado por el único vehículo que había en la ciudad de Caracas, el fatal accidente ocurrió en la esquina de Amadores, La Pastora. Actualmente sus restos reposan en la iglesia de La Candelaria, ubicada en el centro de Caracas.
