Explosiones de petardos siembran el pánico en el centro de París - 800Noticias
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AFP.- Una estampida de pánico tuvo lugar en el centro de París este domingo tras la explosión de petardos y la de una bombilla o artefacto de calefacción en una terraza, sonidos que fueron confundidos con disparos.

Tras el ruido que sembró un pánico general, decenas de personas que rendían tributo a las víctimas de los atentados del viernes salieron corriendo, para buscar refugio en comercios y cafeterías, mientras que otras se lanzaron al agua de un canal aledaño.

«Estábamos cantando con un grupo de jóvenes y todo el mundo comenzó a correr. No había realmente otra opción, fuimos arrastrados por la muchedumbre», cuenta a la AFP Laurine, de 23 años, quien acudió a la plaza de la República de París a rendir homenaje a las víctimas de los ataques junto a otros centenares de personas.

«Estaba junto a mi hermano. Escuchamos una explosión, o un ruido parecido», explica Ibrahim, de 23 años, quien perdió de vista a su hermano durante la estampida.

¿La causa? La explosión de petardos, dijeron luego fuentes policiales a la AFP.

Escenas similares se vivieron en algunas calles en el céntrico barrio del Marais, esta vez a causa de la explosión de una bombilla o artefacto de calefacción en una terraza. Una australiana, presa del pánico, asegura haber visto a un hombre armado. Se trataba de un policía de civil.

‘Hubo gente que se zambulló en el canal’

Cerca del restaurante «le Carillon», uno de los blancos de los atentados, se escuchaban gritos, la gente pisaba las velas y las flores. En el canal del Ourcq, a pocos centenares de metros de allí, otros se lanzaban al agua, comentó a la AFP un agente de seguridad.

Dos testigos a bordo de un auto, Lucille Boitelle y Nicolas Matelot, afirman haber «visto gente correr (…) gente caer, pero no vimos si se zambullían».

«Dimos vuelta sin pensar, vimos algunos policías, les dijimos que había disparos. Dejamos el auto junto al canal y entramos en la primera cafetería» que encontramos, añadieron.

Los clientes sentados en las terrazas de los cafés cerca de (la plaza de) Stalingrad, más al norte, siguieron el movimiento de pánico volteando mesas y tirando sus vasos.

Christophe Girard, alcalde del distrito IV, quien asistía a una misa en la catedral Notre-Dame-de-París, recibió un mensaje de texto alertándolo sobre «disparos cerca de la alcaldía», y luego otros «mensajes alarmistas». Se trasladó al lugar «para discutir, tranquilizar, calmar a los vecinos», dijo a la AFP.

«Los niños se caían, la gente se pisaba entre ella, podrían haberse registrado heridos graves», señala un policía. «Parte de un buen sentimiento lo de venir aquí, pero no se dan cuenta… Cuando tenemos patrullas aquí, son efectivos de menos para dirigirse a otros lugares», añade.

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