EL PAPA | Si una comunidad prefiere la tranquilidad doméstica es «mala señal» - 800Noticias
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Agencias

El papa Francisco afirmó hoy que cuando una comunidad se cierra a los cambios y prefiere «la tranquilidad doméstica» es una «mala señal», durante su homilía por la festividad de Domingo de Pentecostés en la basílica de San Pedro.

En esta jornada los católicos celebran la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles como «un viento impetuoso» capaz de «cambiar los corazones», catequizó el pontífice ante los cardenales, obispos y sacerdotes que acudieron a esta solemne misa.

«El Espíritu libera los corazones cerrados por el miedo. Vence las resistencias. A quien se conforma con medias tintas, le ofrece ímpetus de entrega. Ensancha los corazones estrechos. Anima a servir a quien se apoltrona en la comodidad», afirmó.

Francisco lamentó que «muchos prometen períodos de cambio, nuevos comienzos, renovaciones portentosas, pero la experiencia enseña que ningún esfuerzo terrenal por cambiar las cosas satisface plenamente el corazón del hombre» y solo el Espíritu es capaz de revolucionar.

Y es que después de cambiar los corazones «cambia los acontecimientos» llegando a «las situación más inimaginables», expresó.

En este sentido señaló que, animados por ese «viento», los discípulos de Jesucristo viajaron por el mundo evangelizando, como el caso de Felipe en el camino entre Jerusalén y Gaza.

«Cómo suena doloroso hoy este nombre. Que el Espíritu cambie los corazones y los acontecimientos y conceda paz a Tierra Santa», dijo el papa argentino en un nuevo llamamiento sobre los recientes enfrentamientos y masacres en esta convulsa región de Oriente Medio.

Por otro lado consideró que «cuando está el Espíritu siempre sucede algo» y advirtió que si, por contra, «la vida de nuestras comunidades atraviesa períodos de ‘flojedad’, donde se prefiere la tranquilidad doméstica a la novedad de Dios, es una mala señal».

«Sin embargo, tantas veces hemos visto obrar maravillas. A menudo, precisamente en los períodos más oscuros, el Espíritu ha suscitado la santidad más luminosa», agregó.

Francisco apuntó que el «Espíritu traerá su fuerza de cambio, una fuerza única» que es «centrípeta», porque «empuja hacia dentro y actúa en lo más profundo del corazón, trae unidad en la fragmentariedad y paz en las aflicciones».

Pero también «centrífuga» pues «empuja hacia el exterior» pues «nos empuja hacia los hermanos».

«Pidámosle que seamos así. Espíritu Santo, viento impetuoso de Dios, sopla sobre nosotros. Sopla en nuestros corazones y haznos respirar la ternura del Padre. Sopla sobre la Iglesia y empújala hasta los confines lejanos para que, llevada por ti, no lleve nada más que a ti», se encomendó.

Y concluyó con una última petición: «Sopla sobre el mundo el calor suave de la paz y la brisa que restaura la esperanza. Ven, Espíritu Santo, cámbianos por dentro y renueva la faz de la tierra». EFE

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