Diez datos para revisar sobre la bandera que se plantó en la Luna - 800Noticias
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Si hay un símbolo de la llegada del hombre a la Luna, un objeto que representa como ningún otro el éxito y el orgullo de una nación, esa es la bandera de Estados Unidos que Neil Armstrong y Buzz Aldrin plantaron sobre la superficie lunar poco después del aterrizaje del Eagle.

Mientras su compañero Michael Collins daba vueltas en órbita, los dos astronautas del Apolo 11 probaron cómo era aquello de brincar en la gravedad de otro mundo, recogieron unas piedras, colocaron algunos experimentos y desplegaron el famoso trozo de tela.

El resto de tripulaciones de vuelos Apolo les imitarían. Seguramente no serán los últimos. Si la NASA y otras agencias espaciales regresan a nuestro satélite o llegan a Marte, es probable que veamos otras banderas en lugares donde nunca ha estado ninguna.

¿Por qué no una cruz roja?

La bandera del Apolo 11 fue objeto de largas discusiones. Como explica Rafael Clemente en su más que recomendable libro «Un pequeño paso para (un) hombre» (Cúpula), algunos habrían preferido llevar la de las Naciones Unidas; otros, la de la cristiandad, blanca con una cruz roja sobre campo azul en su esquina superior… Al final, se impuso el criterio del Capitolio.

Una tela barata

La «Old Glory», como se llama la bandera de EEUU llevada a la Luna, era un modelo comercial de nailon. La NASA nunca divulgó el nombre del fabricante -aunque se dice que fue adquirida en un almacén Sears de Houston-, y sí el precio: cinco dólares y medio. El asta era bastante más cara. Estaba formada por dos tubos telescópicos de alumnio. En el extremo superior iba un travesaño horizontal para que la bandera pudiera ser desplegada y no cayera a plomo por la falta de atmósfera. Así parecía que ondeaba.

 

La conspiración

Este efecto de bandera al viento es el favorito de los partidarios de la teoría de la conspiración para decir que todo fue una farsa y que la escena fue rodada en un lugar con aire, aunque es, como puede verse, muy fácilmente explicable.

¿Cómo viajó?

Durante el viaje, la bandera iba enrollada, adosada a la escalerilla. Para que no se hiciera chamusquina durante el alunizaje (podía alcanzar más de mil grados centígrados), los técnicos de NASA diseñaron un aislamiento de protección con unos cierres de velcro para que pudiera ser desenganchada con facilidad. «Entre unas cosas y otras, la operación de plegado había necesitado el trabajo conjunto de cinco personas», recuerda Clemente en su obra.

Un desafío técnico

Como cualquier actividad en la exploración espacial, la bandera también supuso un reto para los ingenieros de la NASA. No solo diseñaron un asta con una barra horizontal que permitiera que la bandera «ondeara» en un ambiente sin atmósfera. En su diseño también se tuvieron en cuenta factores como el peso, la resistencia al calor y la facilidad de ensamblaje por los astronautas.

¿Sigue en pie?

La punta del asta era muy dura, pero los astronautas no la pudieron clavar más de un palmo. Al despegar, los gases de la nave la tumbaron, algo de lo que informó el propio Aldrin. No pasó lo mismo con el resto. Fotografías obtenidas por la sonda LRO en 2012 muestran que en los lugares de aterrizaje de otras expediciones las banderas siguen en pie (lo que se ve es su sombra). Eso sí, después de décadas de exposición a la radiación ultravioleta y los brutales cambios de temperatura, sus colores se habrán desteñido y es muy probable que estén desintegradas.

¿Puede ser recuperada?

Como cayó al suelo, la nube de polvo levantada por el chorro del cohete pudo caer encima y protegerla en parte de la radiación. Quién sabe si otro astronauta pueda recuperarla dentro de unos años, aunque eso será seguro motivo de controversia. Con seguridad, los lugares en los que están clavadas las banderas formarán parte de las «zonas prohibidas» de la NASA en la Luna, lugares y artefactos que deben ser preservados. La lista incluye el terreno de los alunizajes de las misiones Apolo y el cráter de impacto de la sonda LCROSS, donde se encontró agua. Los astronautas o turistas espaciales que viajen allí en el futuro deben mantenerse a distancia. Por ejemplo, la NASA recomienda no acercarse a más de 75 metros de la zona del módulo de descenso del Apolo XI.

¿Hay algo de esa bandera en la Tierra?

Sí, un fragmento azul, blanco y rojo recortado para eliminar la costura y la etiqueta del fabricante. Thomas Moser, un ingeniero mecánico del equipo responsable de prepararla para el vuelo lo rescató de la papelera. El retal fue vendido en una subasta en 2011 por 60.000 dólares.

¿La Luna es estadounidense?

Como explica Annie Platoff, vexilóloga (experta en banderas) de la Biblioteca de la Universidad de California en Santa Barbara, «la bandera fue estrictamente una actividad simbólica, ya que el Tratado de las Naciones Unidas sobre el Espacio Ultraterrestre impidió cualquier reclamo territorial». Sin embargo, hubo debates nacionales e internacionales sobre su conveniencia. El Congreso de EEUU modificó el proyecto de ley para evitar que la NASA colocara banderas de otras naciones, o de asociaciones internacionales, en la Luna durante misiones financiadas únicamente por EEUU.

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