Complicaciones del varicocele: lo que debes saber - 800Noticias
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El varicocele es la principal causa de infertilidad masculina, con una incidencia de hasta el 40 %. Sin embargo, se trata de una enfermedad que la mayoría de las veces cursa sin síntomas y no origina dificultades o complicaciones.

Es una enfermedad que se da tanto en los hombres como en las mujeres, pero su incidencia es mucho mayor en el género masculino. Se trata de la inflamación del vaso espermático, que drena el testículo, o de la vena ovárica en caso de las mujeres.

Se ha establecido que es la principal causa de infertilidad en los varones. Aproximadamente un 40% de los hombres infértiles, lo  son a causa del varicocele.

Esta enfermedad tiene una incidencia importante. Según los datos disponibles, se da en un 15% y un 20% de los hombres. No hay información estadística consolidada en relación a su prevalencia dentro de las mujeres.

Por lo general, el varicocele se diagnostica entre los 15 y los 25 años de edad. Es muy raro que aparezca en varones mayores de 45 años. Tanto la ausencia de tratamiento, como el tratamiento mismo pueden dar lugar a complicaciones.

El varicocele

Imagen en 3D de vasos sanguíneos varicocele

El varicocele es una dilatación de las venas del cordón espermático, las cuales drenan el testículo. En el caso de las mujeres, corresponde a la dilatación de la vena ovárica, la cual da lugar a várices en la zona pélvica y ocasiona el Síndrome de congestión pélvica.

Hay varicocele primario y secundario. El primero se origina por una deficiencia anatómica que impide el reflujo de la sangre en el conducto espermático. El secundario obedece a otros factores como tumor retroperitoneal, carcinoma de células renales, cirrosis hepática con hipertensión portal o fibrosis retroperitoneal, entre otros.

Lo más habitual es que el varicocele sea extratesticular y que afecte al testículo izquierdo. Solo un 2 % de los casos corresponden a varicoceles intratesticulares. También pueden aparecer en el lado derecho o en ambos lados.

        Complicaciones del varicocele no tratado

La mayoría de los casos de varicocele no presentan síntomas. Sin embargo, cuando estos aparecen suelen ser muy dolorosos e incómodos. Por lo general, solo en ese momento se inicia el tratamiento, que puede ser simplemente terapéutico o quirúrgico.

Las principales complicaciones de un varicocele no tratado son las siguientes:

  • Atrofia testicular. Esto ocasiona una reducción significativa del tamaño de los testículos. El funcionamiento normal de las gónadas se interrumpe y como consecuencia podría generar infertilidad prematura o disfunción eréctil.
  • Infertilidad parcial o total. Es posible que el varicocele dé lugar a un aumento de temperatura en el testículo. Esto impide que se produzca el esperma de manera normal y conduce a infertilidad total o dificultad para concebir.

Otra de las complicaciones del varicocele no tratado es el dolor crónico. Este dolor tiene potencial para llegar a limitar e incluso impedir algunos movimientos de la cadera. En general, el dolor responde bien a los analgésicos de uso común.

Cirugía

En casos de mayor riesgo se necesitará de operación quirúrgica.

En principio, el varicocele se trata mediante un soporte escrotal y medicamentos vasoconstrictores. Sin embargo, si aparece alguna complicación, lo procedente es realizar una ligadura quirúrgica. Así mismo, es posible realizar un procedimiento llamado embolización del testículo. En ambos casos pueden presentarse complicaciones.

La varicocelectomía o ligadura quirúrgica es una intervención ambulatoria que en la mayoría de los casos no trae problemas. El principal riesgo es que se cause un daño a la arteria que suministra la sangre al testículo, aunque rara vez ocurre. También es posible que se presente una infección, un hematoma, o algún daño a los tejidos circundantes.

La embolización del testículo, por su parte, es un procedimiento mínimamente invasivo y, por lo tanto, más seguro que la varicocelectomía. El riesgo de complicaciones es mucho menor y la recuperación, mucho más rápida.

Tanto la embolización  como la varicocelectomía presentan una tasa de éxito del 90%. La diferencia estriba en que en la primera no se requiere de una incisión quirúrgica y esto reduce notablemente los riesgos de hematoma, infección y daño a otros tejidos.

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