Colegio de Pies Descalzos, un semillero de campeones y buenos estudiantes - 800Noticias
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EFE

Dayanna Díaz Márquez tiene quince años, aprendió a patinar a los cuatro en el salón de su casa en Barranquilla, en la costa atlántica colombiana, y ahora es campeona panamericana en su categoría, una trayectoria impulsada por la Fundación Pies Descalzos de la cantante Shakira.

La joven acumula más de 150 medallas que muestra con una media sonrisa y ha recibido una beca pública de 18 millones de pesos colombianos anuales (unos 5.735 dólares), pero tal y como reconoce a Efe su madre, Yenifer Márquez, «no ha sido un camino fácil».

La mujer agradece a Pies Descalzos todo el apoyo que le han brindado a su hija: «No nos dejaron caer», afirma.

Más de 1.500 jóvenes como Dayanna estudian en el colegio que la Fundación Pies Descalzos abrió hace casi diez años en el corregimiento La Playa, una zona altamente vulnerable que tiene una de las tasas de homicidios más alta de Barranquilla, como muestran los informes de seguridad pública de la alcaldía.

«Hay que ser humilde y reconocer de dónde vengo, de un entorno peligroso. Este colegio te aparta de lo que hay afuera», explica a Efe Dayanna, en alusión a la ciénaga de Mallorquín, un enclave de seis kilómetros cuadrados que se extiende por la margen izquierda del río Magdalena.

En ese lugar han proliferado construcciones precarias de ladrillo que dan cobijo a las más de 500 personas que hallan en la pesca artesanal su principal fuente de ingresos.

Y es en este entorno donde el colegio realiza su «intervención», como detalla la directora de la Fundación Pies Descalzos, Patricia Sierra, que se muestra orgullosa de que la institución haya devuelto la «dignidad» a los niños del barrio y les haya dotado de alternativas que iban más allá de proporcionar mera alimentación.

«Queríamos mostrar que la pobreza no daña a tu cerebro», manifiesta la directora, y agrega que la elección del lugar para abrir esta primera escuela no fue casual.

Explica que la costa atlántica fue uno de los principales polos de concentración de desplazados por la violencia del conflicto armado colombiano y, en concreto, en los terrenos baldíos del corregimiento de La Playa se asentaron centenares de familias.

Por aquel entonces, La Playa era una zona a caballo entre Barranquilla y Puerto Colombia en la que no había policía y solo una escuela de 80 metros cuadrados que dirigía Néstor Martínez, quien ahora es el rector de la institución de Pies Descalzos.

El objetivo último de la fundación es poder dejar su participación en el colegio: por ahora, el 70 % de la financiación de la institución proviene del Gobierno y de inversores privados, y el 30% restante lo pone Pies Descalzos. «Queremos ir a que el Gobierno lo pague todo», sostiene Sierra.

Martínez, el rector, realza tanto los resultados académicos como el desarrollo que ha supuesto la apertura del colegio y cómo se constituyeron empresas en los alrededores, de las que cinco trabajan directamente para la institución.

Es este espíritu y esta mejora la que persigue la fundación de Shakira con el inicio de las obras de su nuevo colegio, en el barrio El Bosque, que se suma a otros seis que la fundación de la artista tiene en el país.

En esta iniciativa también participan la Fundación La Caixa y la Fundación del FC Barcelona, que aportan un total de 1,2 millones de euros a la obra (unos 1,37 millones de dólares) y en la que desarrollarán también sus programas de apoyo a jóvenes emprendedores y de fomento de la deportividad.

Dayanna pone en valor los permisos que le ha dado la escuela para poder asistir a las competiciones, aunque admite la «exigencia» académica que tiene el centro, que define como «estricto», a pesar de que reconoce que no le cuesta ponerse al día.

Más allá de la formación a niños y jóvenes, el colegio realiza una labor comunitaria al ofrecer cursos de inglés y funcionar como un centro de arte en el que se realizan actividades abiertas al barrio, como talleres de danza, muchas de las cuales son impartidas por alumnos del centro.

Los resultados de esta «intervención» son evidentes a plena vista: calles asfaltadas y luz eléctrica en zonas donde antes no había.

Y así lo explicó Shakira al poner la primera piedra del que será el colegio El Bosque, en un discurso en el que clamó en favor de la inversión pública en educación y en el que llegó a afirmar que la paz no llegará a Colombia mientras no haya un acceso equitativo a la enseñanza de calidad.

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