Católicos de Centroamérica arrancan la Semana Santa con tradición de ramos - 800Noticias
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EFE

Los templos católicos de las principales ciudades de Centroamérica recibieron hoy a cientos de creyentes, palmas en mano, para celebrar como cada año la llegada de Jesus de Nazareth a Jerusalén días antes de su crucifixión y resurrección.

Los sermones en una de las regiones más violentas del mundo estuvieron llenos de llamados al perdón y la conversión cristiana para reducir los altos índices de homicidio que en especial sufren El Salvador y Honduras, un anhelo que imprimieron los creyentes el color y alegría de sus procesiones.

El cardenal hondureño, Óscar Andrés Rodríguez, pidió en la misa del Domingo de Ramos un país sin violencia y sin extorsiones, e hizo una especial mención al asesinato de la dirigente indígena Berta Cáceres, quien fue baleada en su propia casa el pasado día 3, aparentemente por dos hombres armados.

El dirigente católico cuestionó a los ciudadanos que «por unas monedas» matan a otros. «Nadie tiene autorización para matar a nadie», pero eso sucede porque «Dios no está en el corazón» de esas personas, ya que cuando «abrimos las puertas de nuestro corazón a Dios, por otro lado sale el demonio y la muerte», señaló.

Rodríguez además instó a hablar a los pandilleros sobre Cristo. «Pídanle que abra la puerta del corazón para que se acabe esa muerte inútil en nuestro país, cada ciudadano hondureño tiene derecho a vivir en esta tierra linda que es Honduras», país donde a diario muere un promedio de 13 personas.

En El Salvador, donde una escalada de homicidios se ha cobrado la vida de 1.621 personas entre enero y el 9 de marzo, más del doble que en el mismo periodo de 2015, la fe de los creyentes llenó las calles de color con procesiones de distintas tradiciones e incluso burras que imitaban a la que introdujo a Jesús a Jerusalén.

En Panchimalco, donde se conservan rasgos de la cultura indígena, las palmas de dos metros de largo son adornadas con colores para ambientar danzas coloniales de «moros y cristianos».

Mientras que en la parroquia de San Jacinto de la capital, San Salvador, la representación fue «en vivo». Un joven feligrés fue vestido con túnica, peluca larga y barba negra para asemejar a la imagen del redentor crucificado.

El sábado, como antesala al Domingo de Ramos, cientos de salvadoreños realizaron la «peregrinación de la luz» para conmemorar el 36 aniversario del asesinato del beato Óscar Romero, actividad que se adelantó porque la fecha del crimen, 24 de marzo, coincide con el Jueves Santo próximo.

El centro histórico de la ciudad de Guatemala también fue sede de al menos dos procesiones; «El Señor de los Milagros de San José» y «La Burriquita de Capuchinas» salieron de sus respectivas iglesias muy temprano, acompañadas por miles de católicos que bendijeron sus palmas traídas del occidente y sur del país.

El presidente, Jimmy Morales, pidió una Semana Santa segura. «Sería lindo que algún día podamos decir en Guatemala que tuvimos una Semana Santa sin muertes y la mejor forma es prevenir», dijo al inaugurar un programa especial de seguridad que se desplegará por el país y durará la «semana mayor».

En Panamá, el arzobispo metropolitano José Domingo Ulloa, que bendijo los ramos de los creyentes en el casco histórico de ciudad de Panamá, se refirió al perdón e instó a los feligreses a poner en acción la misericordia de Dios.

«Me da un escalofrío cuando me dicen: padre, lo que fulano de tal me hizo no se lo perdono ni en el día de su muerte», dijo, y añadió, «hoy Cristo sigue sufriendo la pasión cuando vendemos nuestra vida por 30 monedas de plata».

La ciudad de Panamá tuvo una especial sede para esta celebración y la tendrá por el resto de la Semana Santa, una iglesia del siglo XVII, la San Francisco de Asís, ubicada en la plaza Bolívar del centro histórico, que estuvo cerrada 12 años por reformas y desde ayer, sábado, abrió de nuevo sus puertas.

Frente a la iglesia, artistas hondureños regalaron a los panameños las tradicionales alfrombas de serrín de colores, que se elaboran en Centroamérica con motivos religiosos a propósito de las fiestas y atraen la atención de los fieles y los turistas.

En los países de Centroamérica los católicos conforman más del 50 % de la población creyente, e incluso rondan el 70 % en países como El Salvador y Panamá.

Los Gobiernos de Costa Rica, Honduras, El Salvador y Nicaragua dieron toda esta semana libre a sus empleados para promover el turismo interno.

También, las autoridades nacionales han previsto planes de contingencia para cuidar de la población durante la semana, ya que muchos aprovechan la vigencia del verano para vacacionar y visitar sitios turísticos en las montañas, volcanes, selvas y ricas costas de la región. EFE