Así jugó el Real Madrid - 800Noticias
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EFE

Keylor Navas (7): cerró una Liga de Campeones en la que pasó del dolor en fallos que costaron goles ante Juventus y Bayern, a la euforia de ser salvador en esas eliminatorias, con un partido firme en semifinales. Sin poder hacer nada en el gol de Mané pero salvando la acción más clara del Liverpool en su dominio inicial, con una intervención repleta de reflejos al disparo de Arnold. Su importancia se plasmó ante los errores en la otra portería de Karius. Fue exigido por alto en centros laterales y acciones a balón parado, mejorando su seguridad con los minutos. Dejó alguna imprecisión en la salida de jugada.

Carvajal (6): estuvo nervioso el tiempo que duró sobre el césped, centrado en intentar frenar la velocidad de Mané, dejando una pérdida de balón en una imprecisión en el pase que provocaba el primer córner del Liverpool. Como si jugase incómodo por alguna molestia muscular que acabó provocando una nueva lesión en una gran cita, le dejó sin final a los 37 minutos y quien sabe si pone en riesgo el Mundial de Rusia. Había reaparecido en la última jornada liguera y el primer momento de alta intensidad volvió a caer lesionado en la cara triste del partido para el Real Madrid.

Varane (7): vivió un examen a su madurez, con un inicio de final repleto de tensión y concentración ante los ataques directos y rápidos del Liverpool que le obligaron a mostrar su rapidez. En el único error que tuvo a un balón largo a su espalda, le salvo la buena conexión con Ramos. Dominó el juego aéreo y dejo un partido repleto de firmeza en labores defensivas.

Sergio Ramos (8): el capitán dejó una nueva exhibición de autoridad en una final. Líder de la defensa unida para tapar los disparos en la primera media hora del Liverpool, lesionando a Salah en una acción clave en el partido cuando fue con intensidad al choque para marcar territorio y el egipcio cayó mal dañándose un hombro. Siempre fue superior en los duelos ante el rival, exigido en el uno contra uno. Sufrió una agresión de Mané con un golpe en la cara y perdió el salto con Lavren en el córner que costó el gol en contra. Acabo acalambrado desde una acción en la que salvó un tanto del rival con la misma velocidad con la que estuvo al corte.

Marcelo (7): sufrió en defensa de inicio ante Salah o Mané, que caían a su banda para examinarle. Fueron momentos en los que su equipo añoró sus incorporaciones ofensivas y la frescura que da al ataque. Así acabó el primer acto y en el segundo ya se desató para acabar dando el pase, con su pie derecho, a la chilena de Bale.

Casemiro (6): no fue su mejor partido, impreciso con el balón, centrado en salir airoso de la lucha en el centro con Milner y Herdenson. Pese a no tener su habitual seguridad con el balón acabó dejando solo a Cristiano en su mejor incorporación al ataque en un contragolpe. Su trabajo oscuro, en coberturas, fue importante para sus compañeros.

Kroos (6): de sus botas nació la acción del primer gol con un pase al espacio a la carrera de Benzema que detuvo Karius antes de un error que marcó la final. Fue el jugador que en los momentos sin balón del Real Madrid más orgullo puso en la lucha del centro del campo. En el segundo acto fue un seguro con el balón cuando la posesión ya era madridista.

Modric (6): anulado en la primera mitad con un desgaste defensivo grande en las ayudas a los defensas, mejoró en la segunda parte con balón, apareciendo en zonas donde imprimir de personalidad al fútbol del Real Madrid.

Isco (7): pese a que no tuvo continuidad en su final, estuvo en las acciones de peligro hasta que abandonó el campo. El equipo pedía su aparición a gritos hasta la lesión de Salah, pero estaba desubicado, buscando sitio. Acorralado por rivales cuando recibía. Cuando tuvo el balón respiró el Real Madrid y puso un balón medido al testarazo de Cristiano. Se topó con el larguero nada más iniciarse el segundo acto y justo antes de dejar el campo a la hora de partido probó a Karius.

Cristiano Ronaldo (6): no era su final, Karius le detuvo el remate de cabeza tras un vuelo perfecto en una acción que habría cambiado su noche. Se desesperó en el inicio, con gestos pidiendo a sus compañeros que saliesen de su campo. Y en la segunda parte estuvo desacertado en las acciones que tuvo para marcar, lento en un mano a mano, y enfadado con Bale cuando el galés buscó su triplete con él a puerta vacía para marcar.

Benzema (9): realizó una lectura perfecta del partido, cayendo siempre a bandas con mucha movilidad en ataque para generar desequilibrio en la defensa del Liverpool, asociándose siempre con calidad con sus compañeros y precisión, probando suerte en el disparo. Le anularon un gol por posición ilegal pero nuevamente encontró el tanto en la presión al portero como ante el Bayern. Su gol abrió la final y cambió toda una temporada siendo decisivo en el momento clave.

Nacho (7): nunca falla, garantía de éxito siendo el comodín de Zidane que acudió a él cuando se lesionó Carvajal. Jugó minutos en su primera final en el lateral derecho, dejando alguna incorporación ofensiva para un disparo al lateral de la red o un buen centro a Isco, pero sobre todo seguridad defensiva ante la velocidad del Liverpool.

Bale (10): la final soñada de cualquier futbolista, marcando de chilena en el primer balón que tocó, desequilibrando siempre con su velocidad en un partido roto. Se alió con la fortuna en el segundo tanto, cuando su disparo dobló las manos del portero y rozó el triplete con su exhibición. El héroe de la final en la competición que menos protagonismo tuvo.

Marco Asensio (-): fue el último cambio de Zidane en el minuto 89 y no tuvo tiempo para mostrar su calidad.

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