Migración venezolana golpea la salud en Colombia - 800Noticias
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Fuente: Semana

El Hospital Universitario Erasmo Meoz de Cúcuta parece de guerra. Si antes de la oleada venezolana sus urgencias se mantenían colapsadas, hoy usan cualquier espacio para poner sillas y camillas para atender a los enfermos. Los pasillos parecen una extensión de la unidad de urgencias, y las salas de cirugía permanecen a tope. Pero aún con la dramática y compleja situación, al final las personas reciben la atención que requieren, algo que no ocurre con facilidad en el país vecino.

El Erasmo Meoz presenta la cara más visible y dramática del impacto que ha recibido el sistema de salud por atender no solo a los migrantes sino a miles de venezolanos que buscan en Colombia una luz ante el evidente derrumbe de la sanidad en la república bolivariana. En los hospitales a lo largo de la frontera, o incluso de ciudades como Cartagena, Bucaramanga, Medellín o Bogotá, la situación se repite.

El gobierno de Venezuela desmiente cualquier crisis en su sistema sanitario, pero las cifras evidencian lo contrario. El 70 por ciento de las salas de emergencia ofrecen servicios intermitentes o no funcionan, en el 90 por ciento de los hospitales públicos los rayos X y tomografías tampoco sirven. Un 53 por ciento de los quirófanos no están habilitados y hay un 88 por ciento de escasez de medicamentos. La OPS estimaba que a julio de 2018, un tercio de los cerca de 66.000 médicos registrados habrían abandonado Venezuela.

El derrumbe del sistema de salud en Venezuela preocupa no solo a las autoridades de Colombia, sino a las de todo el continente. Estas han visto cómo ese país se ha convertido en un foco de enfermedades ya erradicadas, como el sarampión o la difteria, o ha fortalecido otras, como la tuberculosis, la malaria y las enfermedades de transmisión sexual, en especial el VIH-sida.

¿Cómo afecta la migración de venezolanos en Colombia?

Preocupa que de mantenerse el crecimiento de migrantes y la demanda de servicios, el país tendrá que destinar más de 1,2 billones de pesos anuales solo para atender la salud de estas personas, y casi 4 billones para educación y otros servicios sociales. Aún peor, la migración y la crisis sanitaria venezolana también han aumentado los indicadores negativos en la salud, como los de mortalidad materna, que subió en un 65 por ciento, y la infantil, en un 30. O que los pacientes con cáncer, diabetes o insuficiencia renal no tengan acceso a los medicamentos y tratamientos que requieren. De ahí que Iván Darío González, viceministro de Salud, afirme que “quienes llegan a tener sus hijos o a ser atendidos, lo hacen en un estado crítico. Hay mujeres embarazadas que llegan con siete u ocho meses sin haber recibido una sola consulta y con un grado de desnutrición preocupante”.

Y la situación tiende a complicarse. Cálculos del gobierno, conocidos por SEMANA, muestran que hay unas 5.000.000 millones de nuevas personas que pueden demandar servicios del sistema de salud. Esto si se considera que en este momento hay 1.408.055 venezolanos en Colombia, de los cuales solo 742.000 tienen sus papeles en orden. A estos se suman unos 500.000 colombianos que han regresado al país en los últimos años. Además, gracias a la Tarjeta de Movilidad Fronteriza, más de 3.400.000 personas habrían entrado y salido del país hasta junio. Todo esto, sin contar con los cientos de miles que han recorrido Colombia en tránsito hacia otros países de Sur y Centroamérica.

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